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El juez procesa a la ex mujer del ejecutivo de banca asesinado a tiros

  • La autopsia revela que la víctima de La Juliana murió desangrada · El magistrado atribuye a la parricida asesinato, revelación de secretos, allanamiento y tenencia ilícita de armas

El juez de Sanlúcar la Mayor ha procesado a Natividad Cantero por el asesinato de su ex marido, el directivo del BBVA Andrés Toro, que falleció el 15 de junio de 2008 después de recibir dos disparos en su chalé de la urbanización La Juliana de Bollullos de la Mitación.

El magistrado ha imputado a Natividad Cantero, que está en prisión preventiva desde julio del año pasado, un delito de asesinato porque considera que el crimen se cometió con alevosía, por cuanto la víctima recibió el segundo impacto cuando se hallaba tumbado en el suelo y con el tronco semiincorporado, lo que representa que se hallaba desvalido. El auto de procesamiento considera que hay indicios para atribuir la presunta autoría del crimen a la ex mujer del directivo del BBVA, entre otros motivos por el testimonio del vigilante de la urbanización La Juliana, que ha asegurado que vio entrar a la sospechosa el día del crimen sobre las tres o las tres y media, y que salió de la misma unas dos horas después. También está el testimonio de un tío político de la acusada, que aseguró que regaló o vendió hace siete años una pistola a Natividad con la que pudo cometerse el crimen.

El juez también ha valorado el informe de la Guardia Civil elaborado en torno a los posicionamientos del teléfono móvil de la víctima, que supuestamente se llevó la presunta asesina y que han permitido reconstruir el itinerario seguido a través de los distintos repetidores donde fue captada la señal del terminal de Andrés Toro.

Natividad Cantero residía en la calle Pascual de Gayangos y el instructor del caso cree que ésta pudo regresar a su casa tras el asesinato. El teléfono de Andrés Toro recibió varias llamadas la tarde del 15 de junio. La señal fue captada en los repetidores de Bollullos, Benacazón y la calle San Vicente de Sevilla, situado a muy pocos metros del domicilio de la presunta asesina. Horas después, la señal fue captada en el repetidor del hospital en el que se hallaba ingresada la madre de Natividad Cantero, con la que ésta pasó toda la noche.

El juez cree que la asesina, atribuye igualmente a la parricida delitos de descubrimiento y revelación de secretos, allanamiento de morada y tenencia ilícita de armas, pudo acceder al domicilio por la cocina y que, a continuación, efectuó los dos disparos sobre su ex marido, que quedó malherido y aprovechó ese momento para registrar el inmueble. La autopsia ha confirmado que la muerte se produjo por un síndrome anémico agudo y que si la víctima hubiera recibido asistencia sanitaria podría haberse salvado, lo que abunda en que la calificación de asesinato, que el Código Penal castiga con penas de 15 a 20 años de prisión.

El juez ha decidido que la parricida será juzgada por la Audiencia y no por un tribunal popular.

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