Turismo rural

Pasar el verano en el pueblo vuelve a estar de moda

  • La ocupación de los alojamientos rurales abiertos en la Sierra Norte ya superó el 80% el pasado fin de semana

  • Ha aumentado el alquiler de viviendas urbanas y las casas de segunda residencia se están preparando mucho antes

  • Los empresarios confirman un aumento de la demanda, pero niegan que todo esté ya reservado

Una calle de El Real de la Jara, en la Sierra Norte.

Una calle de El Real de la Jara, en la Sierra Norte. / Antonio Pizarro

Hasta hace poco, en las conversaciones con compañeros sobre planes para el verano, explicar que se pasaría en la casa del pueblo suponía quedar en segundo plano. El presupuesto, la tranquilidad, el sabor de las tascas y los patios en las noches calurosas no podían competir con escalas aeroportuarias y destinos exóticos.

Pero la pandemia ha venido a cambiar esto. Porque la limitación de movimientos, el aforo limitado en las playas y la cautela ante sitios concurridos han vuelto a poner de moda ese turismo, el de la casa en el pueblo, en la propia provincia o en territorios cercanos.

Según alcaldes de municipios y empresarios del sector en la Sierra Norte de Sevilla, el aumento de visitantes ya se notó, y mucho, el pasado fin de semana. Las ocupaciones superaron el 80% en los establecimientos que están abiertos (que no son todos) y hubo una espectacular presencia de motoristas.

También corroboran que están aumentando las consultas para reservar de cara al verano. Pero la impresión es que lo que de verdad va a llenar los pueblos de forma generalizada en los próximos meses son las segundas residencias. El alquiler de inmuebles vacíos urbanos ha aumentado en municipios como Constantina.

Obligará a los ayuntamientos a aumentar los controles y reforzar las medidas de desinfección de cara al verano

Muchas de la visitas del pasado fin de semana fueron de familias que, antes que otros años, están arreglando las viviendas para trasladarse en cuanto que el inusual curso escolar eche el cierre. 

Esta afluencia y el consumo aparejado van a suponer "un respiro para las zonas rurales", según reconocen los regidores, pero también va a obligar a estos pequeños ayuntamientos a aumentar las labores de limpieza y control por la crisis sanitaria y a garantizar más servicios.

Algunos ejemplos

Así lo confirma la alcaldesa de Alanís, Eva Ruiz. En la localidad de 1.700 habitantes, la población ya se solía multiplica por dos y tres los veranos. Las familias que emigraron y han conservado su casa acuden a la feria de agosto, a las jornadas medievales (fiestas que están en suspenso) y en quincenas... Pero muchas ya le han informado que van trasladase en breve y para un periodo más largo. 

Al interés por irse al pueblo ayuda el que no haya horarios fijados para los paseos, que la incidencia del Covid haya sido nula o escasa y que ya se haya autorizado la caza y la pesca. Alanís y toda la Sierra Norte son zonas cinegéticas.

El Ayuntamiento se está preparando. "Nos estamos planteando hacer más contrataciones para reforzar las tareas de desinfección". También estudian habilitar más zonas peatonales para el paseo.

Ruiz apunta además que han aumentado mucho las llamadas para interesarse por una zona para autocaravanas que tiene el Ayuntamiento, pero que no ha abierto todavía.

La opinión del sector

En lo que se refiere a alojamientos en la Sierra Morena, hay uno de referencia: Las Navezuelas, en Cazalla, la primera casa rural que logró esa categoría hace casi 30 años. Su propietaria, Mariló Tena, explica que se está notando más demanda de turismo nacional, el que puede moverse. Pero "no es verdad que el teléfono no pare de sonar y que estemos desbordados".

Hay más demanda y reservas cerradas para el próximo verano de lo que es habitual, pero no todo está lleno, insite, y señala que el movimiento es a estas alturas mayor en las casas de segunda residencia o en las que se alquilan en el pueblo.

Hay municipios que estudian peatonalizar algunas zonas para evitar la concentración de personas en un verano inusual

Como marca la fase I, de las 32 plazas, en Las Navezuelas han retomado la actividad con la mitad. El sábado se llenaron todas, no así el domingo. Como curiosidad, han vuelto a contactar con ellos viejos clientes, que pasaron por las instalaciones hace 20 años, y confía en que, cuando se permita el desplazamiento interprovincial, lleguen visitantes de Huelva, Córdoba, Cádiz o Málaga, porque el sevillano suele tirar más para la sierra de Huelva. 

Todo el mundo pregunta por la piscina, que está limpia y preparada pero que no han abierto hasta que el Gobierno aclare mejor las condiciones de su uso. Pese a todo, Mariló Tena comprende que la situación impida que las normas se puedan conocer con más antelación y ha asumido que habrá que ir adaptándose sobre la marcha.

Nada compensará al sector por la campaña de la Semana Santa perdida y el turismo extranjero que no tendrá, el que se queda más tiempo y fuera de la temporada alta.

Guadalcanal, en una imagen de estos días de confinamiento. Guadalcanal, en una imagen de estos días de confinamiento.

Guadalcanal, en una imagen de estos días de confinamiento. / Juan Carlos Muñoz

Unas 600 plazas turísticas en Cazalla

El alcalde de Cazalla de la Sierra, Sotero Martín, asegura que la ocupación media del pasado fin de semana en establecimientos rurales en el municipio fue "alta", de alrededor de un 80%, según una encuesta que está haciendo Prodetur, que dará datos más pormenorizados en unos días.

La localidad tiene hasta 600 plazas, distribuidas en 70 alojamientos. Pese a la cautela de la empresaria de Las Navezuelas, Martín señala que casi todo está ocupado también para el próximo fin de semana.

Con 5.000 habitantes, se estima que unas 300 viviendas de Cazalla funcionan como segunda residencia y también se van a llenar antes de lo previsto.

Constantina

En Constantina, con 500 plazas de alojamientos turísticos sin tener en cuenta las del albergue, el alcalde, Rubén Rivera, asegura que el pasado fin de semana, "se llenó todo" lo que abrió y hubo otras muchas visitas de ida y vuelta, sobre todo esos motoristas que impactaron a la población.

Contantina también suele multiplicar el número de vecinos durante las fiestas del verano, aunque este año se espera que el incremento de población "se produzca antes".

Se estima que en el casco urbano hay unas 200 viviendas que funcionan como segunda residencia, es decir, que sólo se llenan algunos fines de semana y durante temporadas de las vacaciones. Pero son, en su mayoría, de personas que residen en el área metropolitana de Sevilla y que ya pueden volver. Rivera señala que ha subido además la demanda del alquiler de vivienda urbana.

Es significativo el aumento de consultas en los municipios que tienen áreas reservadas para autocaravanas

La hostelería en Constantina está funcionado todavía al 50 o el 60%. El resto de negocios, al 100%. Se estima que el turismo rural en sentido amplio va a suponer un "respiro" para todos ellos tras meses duros.

El Ayuntamiento trabaja para ampliar las zonas de veladores y las peatonales de cara a los concurridos paseos de un verano diferente.

Más allá de la Sierra Norte, desde Algámitas, con un complejo turístico de referencia en la Sierra Sur que gestiona una empresa municipal, señalan que ha aumentado sobre todo las llamadas de personas con autocaravanas, que quieren reservar. Pero ni el camping ni las casas de alquiler del complejo están todavía abiertos. Se ha pospuesto al 25 de mayo con la fase dos. Uno de los pueblos que no han tenido ningún contagio, no ha querido precipitarse en ese sentido.

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