Tampoco gana a la ruleta rusa

Sevilla/Ni de una forma ni de otra; ni con cinco defensas ni con cuatro; ni ante equipos que se juegan algo ni contra otros como este Eibar que sólo pelea por la dignidad de acabar de la mejor manera posible; ni en duelos cerrados o en encuentros abiertos como el de Ipurua... Este Betis de Quique Setién se ha convertido en una máquina de perder, todo lo contrario de lo que ocurrió hace un año, y ni la fortuna le sonríe en los momentos decisivos, como ese penalti vía VAR que Lo Celso erró por elegir la zona central como destino de su lanzamiento.

Realizó Setién cambios tanto en el once inicial, con las entradas de Francis, Tello y Loren, como en el sistema, con el regreso a un 4-3-3, con el que reforzaba el juego por las bandas y ganaba en presencia ofensiva. El duelo fue equilibrado, con alternativas en la posesión y también en las ocasiones, aunque el Betis dispusiera de las dos más claras, con el mencionado penalti de Lo Celso que desvió Dmitrovic y otra de Guardado en la que también el meta serbio le ganó la partida al rematador bético.

En ese carrusel de ocasiones de un continuo ida y vuelta, sobre todo en el segundo tiempo y propio de esos partidos en los que los dos equipos apenas tienen objetivos de por medio, el Betis exhibió falta de eficacia para aprovechar sus oportunidades, mientras que Joel Robles acumuló intervenciones de mérito para paliar esa tardía estirada que le costó el gol de José Ángel.

Defensa

La pareja formada por Bartra y Feddal es la más fiable del equipo verdiblanco y así quedó demostrado en un campo como Ipurua, que precisamente penaliza los defectos que habitualmente exhibe el Betis en la defensa de los centros al área, ya sean laterales o a balón parado.

La firmeza de los centrales permitió que los verdiblancos frenasen los mejores minutos del Eibar, aunque un nuevo despiste en un saque de esquina al borde del área, similar al del día del Valencia, José Ángel castigó con el 1-0.

Tras el descanso y con el Betis volcado al ataque con numerosos efectivos ofensivos, la zaga sufrió con los contragolpes del Eibar, que aprovechó los espacios para merodear el área bética y poner a prueba a Joel.

Ataque

Con una propuesta más vertical, el Betis tuvo en Lo Celso y Tello a sus mejores guías en el ataque. El argentino dejó los mejores detalles de calidad, aunque luego errase el penalti; la velocidad del catalán metió al equipo en el partido en el segundo tiempo, con numerosos desbordes por la banda izquierda que no encontraron el premio el del gol.

Setién, con cambios tardíos nuevamente, quemó las naves metiendo en el campo a Diego Lainez, William Carvalho y Jesé, pero tampoco los verdiblancos hallaron la vía del gol.

Virtudes

Con un juego más vertical, el Betis se puso de gol en numerosas ocasiones, a diferencia de otros muchos partidos.

Talón de Aquiles

Algunas pérdidas evitables provocaron ocasiones del rival; también dejó espacios para los contragolpes locales.