Análisis

Betis, un reseteo obligatorio

  • Pellegrini y sus jugadores hacen autocrítica para recuperar las señas de identidad y buenas sensaciones perdidas en una semana negra para los verdiblancos

  • ¿Qué pasa con Canales?

Pellegrini, pensativo en un entrenamiento reciente del Betis.

Pellegrini, pensativo en un entrenamiento reciente del Betis. / SASCHA STEINBACH / Efe

La resaca del derbi del pasado domingo en el estadio Benito Villamarín sigue coleando en el Betis. La forma, el cómo de la derrota verdiblanca, no queda tapada por excusas ni cortinas de humo (el arbitraje de Mateu Lahoz, el enésimo señalamiento a la afición...) lanzadas para intentar enmascarar una realidad que quedó perfectamente plasmada sobre la hierba, con un equipo heliopolitano que tuvo una puesta escena de equipo pequeño, de un complejo de inferioridad total ante su histórico rival, y que fue indigno cuando se quedó con diez jugadores.

Por ello, y además de venir de dos partidos para olvidar, con una pésima gestión a la hora de afrontarlos por parte de Pellegrini y sus pupilos –la falta de veneno sigue siendo muy evidente, como reflejan unos datos que vuelven a poner en alza la figura de Lorenzo Serra Ferrer–, éstos empezaron ayer un necesario y obligado reseteo en la sesión matinal en la ciudad deportiva. Una autocrítica clave para volver a recuperar una señas de identidad perdidas por completo en una semana negra –sobre todo, en el derbi– y tan importantes para esa cita tan trascendental para el Betis ante el Elche en el Martínez Valero.

Ni el arbitraje ni otras cortinas de humo esconden el mal papel bético en el derbi

"Tenemos que resetear todo", dijo el Ingeniero en la rueda de prensa posterior al derbi. Y eso empezó a hacer con el plantel, pues el domingo no hubo ni rastro de ese Betis competitivo que sale a presionar y a comerse al rival con su presión para robar en campo contrario en pos de buscar la portería rival, no hubo agresividad en los duelos y sí un exceso de revoluciones –caso de Guido Rodríguez y sus dos amarillas–, y tampoco un afán de ir a morder a un rival que, pese al cero a cero de la primera parte, había mostrado mejores sensaciones que los verdiblancos y fue superior en todo el encuentro.

Estos tres últimos partidos reflejan las carencias que viene arrastrando el Betis en cuanto a calidad física

Capítulo aparte merece esa segunda mitad del Betis, donde estuvo en todo momento a merced de su rival, deambulando por momentos en el campo de un lado a otro y con la pelota quemando en los pies de sus futbolistas (hasta 13 combinaciones hizo el Sevilla en el 0-1). Por eso, y tras una charla larga en el primer entrenamiento de la semana, Pellegrini y sus hombres tienen claro que hay volver a dar la buena cara mostrada antes de estos tres últimos partidos, con la máxima exigencia para seguir manteniendo la quinta plaza y lograr el pase de ronda en la Liga Europa.

La imagen que dieron los de Heliópolis con diez urge de una profunda y necesaria reflexión

Pero más allá del trabajo de Pellegrini y sus hombres, volvió a quedar patente en el derbi las carencias en la planificación: ausencia de centrales de jerarquía, falta de empaque para el centro del campo, más velocidad y mordiente en las alas ofensivas... Una realidad constatada esta semana (9 goles en contra y 0 a favor) ante rivales intensos y con calidad física.

La falta de veneno en los derbis quedó patente en un Betis que tiene en Elche un duelo clave

De esta forma, Pellegrini y sus jugadores trabajan ya con el objetivo de llevar a cabo un reseteo necesario para recuperar las buenas sensaciones y volver a la senda de la victoria, después de tres encuentros donde apenas hubo rastro de ese Betis que tanto gustó, por ejemplo, en la cita ante el Valencia. Elche será la primera parada tras el tercer parón del curso.

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