El Betis salió vapuleado de Leverkusen, donde acabó desquiciado ante un Bayer que apenas halló oposición para esos tremendos velocistas de los que dispone Gerardo Seoane, que fueron perfectamente lanzados por Wirtz y Demirbay. ¡Sólo cuatro faltas hizo el Betis en más de 90 minutos! Ese dato basta para explicar la falta de intensidad de los heliopolitanos sin la pelota y su mal posicionamiento en el campo, una temeridad ante un equipo como este Leverkusen, al que no se puede dejar correr si no quieres pasar un mal rato.

Ni el plan A de Pellegrini, con diez cambios en el once –sólo repitió William Carvalho del Metropolitano– para un Betis más replegado y buscando el contragolpe; y ni mucho menos la versión posterior, con una pobre presión alta que dejó numerosos espacios, fueron capaces de contener el ímpetu del Leverkusen, que se sacudió la presión con un rotundo 4-0.

Pellegrini se dirige a Bartra en el partido.

Siete goles encajados ante Atlético de Madrid y Bayer Leverkusen en apenas cuatro días evidencian esos problemas defensivos del equipo bético ante rivales de nivel, aunque la culpa en el Bay Arena estuvo repartida entre una feble defensa y una medular que, salvo Guido, se desentendió del trabajo defensivo.

Defensa

Sufrió el Betis siempre con las rapidísimas transiciones del Bayer Leverkusen. Cada pérdida de balón, que fueron demasiadas por jugadores normalmente fiables como William, Canales o Fekir, era castigada por el equipo teutón. Sólo la falta de acierto y alguna acción de salvadora permitieron que los verdiblancos llegasen al descanso con un solo gol encajado.

Pero todo empeoró en el segundo acto. El paso adelante del Betis con el marcador en contra facilitó aún más la tarea al Leverkusen. Con un magistral Wirtz, que esta vez sí enseñó esa calidad que lo ha llevado a convertirse en la revelación de la Bundesliga, el Leverkusen machacó al Betis corriendo con esos velocistas que fueron Diaby, Paulinho Adli, Amiri o el propio Wirtz, indetectable toda la noche.

Ataque

Le costó al Betis superar la presión alta del Leverkusen. William Carvalho, que debía ser el encargado de darle salida al equipo, fue engullido por el alto ritmo alemán, y tampoco el portugués halló demasiados socios. Únicamente Fekir, que se descolgaba al mediocampo, ayudaba en esa tarea de tener el balón y el propio francés dispuso de la mejor ocasión bética con un gran disparo que desvió Hradecky.

El francés Adli intenta frenar a su compatriota Fekir.

Pellegrini movió piezas en el descanso y el equipo dio un paso adelante, sobre todo a través de Fekir, pero fue insuficiente para dominar el partido. Pudieron acortar distancia los verdiblancos, sobre todo con una falta directa del francés al larguero, pero tampoco el Betis generó tanto fútbol como esos riesgos que se asumieron en la defensa.

Virtudes

Los destellos de Fekir para buscar ese gol que metiera al Betis en el partido.

Talón de Aquiles

Superado y sin capacidad para romperle el ritmo a los alemanes fue duramente goleado.