Celta-Betis

Conjurados para Balaídos

  • El vestuario se toma la cita ante el Celta casi como una final para meterse en la pelea por la Liga de Campeones

  • "Sólo hablamos de ganar", asegura Pau López

La plantilla verdiblanca realiza carrera continua en el entrenamiento.

La plantilla verdiblanca realiza carrera continua en el entrenamiento. / Antonio Pizarro

En el Betis se respira un ambiente de calma tensa. Todo el club, desde los dirigentes al vestuario y pasando por el cuerpo técnico, confía en el trabajo que se viene realizando para que el equipo recupere el pulso en la Liga, de ahí que la cita ante el Celta en Balaídos adquiera una dimensión mayor que los tres puntos en juego y se apunte como decisiva para aumentar la confianza. La propia plantilla es consciente de esa importancia, por lo que se aplaza la visión a largo plazo y se centra en ese duelo ante el equipo gallego que debe servir para recuperar sensaciones en el torneo liguero y meterse en la pelea por un puesto en la próxima Liga de Campeones.

"En el vestuario sólo hablamos de ganar en el campo del Celta, sabemos la importancia que va a tener este partido. Estamos confiados en cómo hacemos las cosas, pero el partido del domingo es clave para seguir arriba y para seguir peleando y conseguir el objetivo", asegura Pau López, con una visión realista del panorama del equipo.

Con el respaldo del consejo a la figura de Quique Setién, tras las críticas de parte de la afición durante el partido del pasado domingo ante el Getafe, el vestuario también cierra filas en torno al técnico. "Yo vine aquí por el estilo de Setién y nuestro estilo no va a cambiar. Los jugadores estamos con él más allá de que quieran meter polémica. No por una semana mala debemos tirar un proyecto por la borda. Si queremos que el Betis siga creciendo debemos tener estabilidad y todo pasa por tener paciencia y unión para que los resultados sean buenos", aseguró Guardado, uno de los capitanes, en la Cope.

"Nosotros tenemos que pelear a muerte por ganar el domingo. Lo que nos va a marcar el objetivo es ganar partidos. Matemáticamente es posible porque estamos ahí. Este año la Champions está más barata de la cuenta y se puede conseguir, pero nosotros tenemos que ganar ante el Celta, darle la vuelta a esto y entrar en una dinámica buena para verlo distinto y tirar para arriba", indicó Javi García, incidiendo en esa necesidad de conseguir un triunfo que traiga calma al entorno.

Con todo, el vestuario no se fía de la situación del Celta. El cambio de entrenador, con la llegada de Fran Escribá tras la destitución de Miguel Cardoso, provoca recelo en los jugadores béticos, que tienen en mente un Celta que trate de mejorar sus prestaciones defensivas, ese punto débil de su temporada. Sin Iago Aspas, el peligro del equipo vigués apunta a Maxi Gómez, quien ya fuera decisivo en la reacción del Celta en el partido de la primera vuelta en Heliópolis y que finalizó con un empate a tres.

"Sólo nos queda la Liga y se han acabado las excusas", apunta Pau, el primero que asume que el duelo ante el Celta marcará el devenir del equipo. La derrota ante el Getafe generó desconfianza en el entorno del equipo verdiblanco y la mejor manera de ahuyentar los fantasmas pasa por lograr una victoria ante el Celta, ese objetivo inmediato que se ha marcado el vestuario bético.

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