El regreso de las noches europeas a Heliópolis acabó con un justo triunfo del Betis, que sólo fue superior al Dudelange en la segunda mitad, cuando le metió una marcha más a su fútbol de toque para ponerse por delante en el marcador.

El dibujo táctico.

Y a partir de ahí ser vertical y veloz aprovechando los espacios de los luxemburgueses para resolver el encuentro. Un duelo al que el equipo de Quique Setién le costó enchufarse, pasando apuros en el inicio ante un adversario que se sintió muy cómodo en los primeros cuarenta y cinco minutos, pero que tras el paso por la caseta fue incapaz de frenar a un Betis superior en el que brillaron Lo Celso, Tello, acompañado por un Barragán que percutió una y otra vez. Expediente cubierto por el Betis en un partido en el que fue de menos a más.

Defensa

Salió el Betis al partido con la intención, como es habitual, de tener la posesión, pero el Dudelange tenía las ideas claras y tras juntar las líneas para defender en estático (4-4-2), atacaba y salía de manera rápida y con pocos toques. Así llegó la mejor ocasión de la primera parte, en un tiro de Jordanov que desvió Joel, que fue clave en dos acciones muy claras del equipo de Dino Toppmöller, que defendía con orden y buscaba las cosquillas a la zaga bética, mejor en la segunda parte y con un nombre propio: Sidnei. El brasileño, acompañado por Bartra y Javi García, volvió a cuajar otra muy buena actuación, incorporándose también al ataque. En líneas generales, serio partido atrás de un cuadro verdiblanco que volvió a dejar su portería a cero, destacando en la parcela defensiva el hecho de realizar una presión fuerte al rival para robar la pelota lejos de su estadio. Sólo a la espalda de William Carvalho, el Dudelange intentó crear peligro en la segunda parte, pero la solidaridad defensiva del Betis se vio reflejada en Lo Celso, que no dudó en ayudar en las tareas defensivas.

Ataque

Tello y Barragán fueron dos jugadores más de ataque en todo el partido. El primero obtuvo la recompensa a su buen partido haciendo el tercer tanto, y el de Los Palacios no dejó nunca de percutir una y otra vez. Sanabria vio portería y Sergio León no termina de estar fino, hasta que dejó su sitio al debutante Kaptoum. Llegaron los cambios, Guardado salió por Lo Celso y Joaquín entró por un Inui muy participativo que provocó muchísimas faltas. Llegaron los espacios y ahí mató el Betis el partido, a la contra.

Virtudes

Después de la parsimonia en el primer tiempo, el Betis espabiló en el segundo, pisando el acelerador y destacando en algo muy bien trabajado por los de Setién, la presión fuerte para robar la pelota en el campo rival.

Talón de aquiles

El sufrimiento en el inicio del partido con un Betis poco enchufado. Se sigue echando en falta más gol en los delanteros centro.