Betis - Eibar | La crónica

Jornada once y objetivo 43 puntos (0-2)

  • El Betis suma otro esperpento, esta vez ante un Eibar que pelea por la permanencia, y confirma su caída libre

  • Ni la inocencia de Inui, que birló el 0-1 a Bryan Gil, remueve a un equipo de Pellegrini que está a la deriva

Esteban Burgos transforma el penalti que supuso el 0-2.

Esteban Burgos transforma el penalti que supuso el 0-2. / Antonio Pizarro

El Betis de Ángel Haro y José Miguel López Catalán tiene un serio problema. Sólo han transcurrido once jornadas y todo el beticismo reza ya por sumar cuanto antes esos 43 puntos que en otros tiempos se marcaban como los necesarios para la permanencia, después de que ante el Eibar los verdiblancos sumaran otro esperpento a su aciaga temporada. Claro que también tendrán culpa Antonio Cordón, Manuel Pellegrini y los jugadores, empezando por el capitán Joaquín, pero los máximos responsables de la deriva iniciada hace año y medio son los dos máximos accionistas que asumieron la responsabilidad deportiva tras el despido de Loreno Serra Ferrer.

Poco le ha durado a Pellegrini esa botella medio llena que atisbó en la previa. Se quería agarrar el técnico chileno a un espejismo, pero la realidad, la cruda realidad de este Betis, es que ahora mismo es un equipo plano, sin ideas y también sin alma. El Eibar, con la archiconocida receta de José Luis Mendilibar, y con dos pipiolos de la cantera del Sevilla como Pozo y Bryan Gil en su once inicial, le dio un repaso a los heliopolitanos, que sólo pueden acudir a la ocasión errada por Tello ante Dmitrovic para creer que el duelo podría haber tenido un guión distinto.

Ni la inocencia de Inui, que remachó sobre la línea y en fuera de juego un remate de Bryan Gil que parecía colarse en la portería, removió al Betis para darle un giro al partido. Al contrario, la salida de vestuarios sólo sirvió para dejar en más evidencia aún a los de Pellegrini, que sólo volvió a reaccionar con los cambios –Montoya había entrado por Emerson en un hombre por hombre en el intermedio– tras encajar el 0-2.

Las imágenes del Betis-Eibar Las imágenes del Betis-Eibar

Las imágenes del Betis-Eibar / Antonio Pizarro

La caricatura de equipo que había sido el Betis durante la mayor parte del juego recibió el primer castigo en el 49’, en otro saque de esquina mal defendido, que Bryan golpeó, Esteban Burgos peino y Muto, más atento que todos los defensores béticos, remachó a gol. Sólo cuatro minutos después llegaría el segundo tanto, que prácticamente, pese a que faltaba un mundo por delante, sentenció el duelo. Una combinación entre Pozo y Correa por el costado derecho acabó en una salida alocada de Joel Robles, que derribó al lateral armero. Esteban Burgos completó su gran encuentro con la transformación del penalti que puso el 0-2 en el Benito Villamarín.

Tampoco reaccionó el Betis a ese nuevo golpe. Ni las entradas de Loren y William Carvalho sirvieron para reactivar al equipo verdiblanco, que pudo recibir un castigo mayor. Bryan Gil, omnipresente y casi indetectable para los defensas béticos, disparó con veneno con la zurda para obligar a Joel; Esteban Burgos, en otra jugada de estrategia en la que los futbolistas verdiblancos se quedaron mirando, también se chocó con el portero bético; y Sergi Enrich, tras un infantil penalti cometido por Bartra sobre Inui, erró una pena máxima que le adivinó el meta.

Las imágenes del Betis-Eibar Las imágenes del Betis-Eibar

Las imágenes del Betis-Eibar / Antonio Pizarro

No hicieron falta esos goles. El Betis carecía de criterio. Pellegrini sentó a Fekir y Sanabria, desaparecidos en combate, para dar entrada a Borja Iglesias y Diego Lainez en un último intento de agitar el partido. Pero el resultado fue estéril. El Eibar, ordenado e intenso para llevarse casi todos los duelos individuales, no iba a dejar escapar ese botín de oro que le suponen los tres puntos que se llevó con justicia del Benito Villamarín.A Pellegrini, que de nuevo acabó sentado en su banquillo sin encontrar ni explicaciones ni soluciones para enderezar el rumbo, le toca ahora otra semana dura. Su Betis ya es decimoquinto en la clasificación y continúa con esa caída libre que inició hace algunas semanas y que sólo el triunfo ante el Elche consiguió tapar en parte.

Pero si la papeleta del chileno parece complicada, más en el foco quedan otra vez Haro y Catalán, los dos hombres que fueron en busca de Pellegrini para que solucionase todos los problemas deportivos de la entidad, sin atender al diagnóstico de que el decimoquinto del pasado campeonato no sólo necesitaba un cambio de técnico. Sólo se llevan once jornadas y los béticos buscan y rebuscan tres equipos peores para no pensar en un drama que ya va empezando a dejar de ser un temor para convertirse en una triste pesadilla.

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