Juanmi y Joaquín, la carburación del Betis ante el Inter (1-1)

El regreso de Juanmi de cara a gol y los magníficos minutos de Joaquín fueron las dos noticias más positivas para el Betis en el amistoso ante un Inter que demostró estar muy bien trabajado por Simone Inzaghi. Por ello, en todo momento se vio una intensa batalla táctica sobre el tapete del Villamarín entre dos equipos con el sello de sus respectivos técnicos.

Desde muy pronto se vio que iba a ser un partido muy táctico, como se pudo comprobar en la primera parte. El Betis, con 1-4-4-2, con Guardado y Dani Pérez en el doble pivote, se encontró con un Inter que desplegó su habitual esquema, el 3-5-2. Orden, presión alta en la salida de la pelota de los verdiblancos, superioridad en el centro del campo y cambios de juego buscando las subidas de Gosens y Bellanova. Ése era el plan del equipo milanés, que en los primeros compases manejó la pelota con mucha comodidad, con Calhanoglu en la manija. Además, los interistas no dudaban en cometer faltas tácticas en cualquier pérdida de balón para frenar el mínimo atisbo de contra de un Betis que con el paso de los minutos buscó soluciones para empezar tener algo más pelota. Así, Rodri, Fekir y Luiz Henrique empezaron a salir de la banda y moverse por dentro, bajando incluso a recibir el balón ante la mayor cantidad de jugadores rivales en la medular, aunque la capacidad de sorpresa de los de Pellegrini fue prácticamente inexistente. Apenas hubo rupturas de líneas mediante conducciones rápidas de la pelota ni entradas por las alas, de ahí que las ocasiones escasearan.

De hecho, el primer disparo a portería se produjo casi a la media hora (26’) por medio de Álex Moreno, en uno de sus acercamientos al área interista, obligando a Handanovic a realizar una buena intervención. Diez minutos después (36’) volvió a intentarlo el lateral verdiblanco, con otra buena respuesta del meta del cuadro italiano. Fueron los minutos más entonados del Betis, fruto de su buena presión, aunque eso no se tradujo en más ocasiones claras. Mientras, el Inter, más preocupado de mantener el orden y protegerse que de ir a por su oponente, realizó su primer lanzamiento entre los tres palos a cinco minutos para el descanso (40’) por medio de Calhanoglu, bien atrapado por Claudio Bravo. En los estertores del primer tiempo, el Betis le metió más ritmo al partido, robó alguna pelota de peligro en campo interista y se acercó a la portería de Handanovic, con un Rodri muy voluntarioso, pero sin fortuna ni determinación de cara a portería. Así se llegó el descanso, sin goles, en un choque de mucha pizarra.

A la vuelta de la caseta, Pellegrini movió el banquillo y dio entrada a Juanmi, Félix y Édgar, quien pasó a jugar de pivote, y el Betis ganó más presencia en el centro del campo. Además, con Juanmi, más Rodri y Fekir, hubo más movilidad entre líneas y los verdiblancos llegaron con más presencia y peligro al área de un Inter que tampoco le perdió la cara al partido. De hecho, Bravo, con una gran intervención, desvió un zapatazo de Gosens que iba en dirección a la red (56’). Más intensidad en ambos equipos y más mirada hacia la portería rival. Y en los de Heliópolis esto se vio, sobre todo, con la entrada de Joaquín. El portuense, que reaparecía tras dejar atrás sus problemas físicos, ofreció muy buenos minutos desde que saltó al campo (67’). De hecho, provocó una falta muy peligrosa (73’) en la frontal del área que lanzó Miranda y obligó a Handanovic a estirarse para evitar que el balón acabara en la red. El portuense todo lo hizo bien, siendo protagonista en la jugada del 1-0.

Tras recibir escorado logró encontrar el espacio justo ante Acerbi para sacar un gran centro con su pierna derecha que Juanmi, sorprendiendo desde atrás a Darmian, remató de cabeza a gol (84’). Gran noticia para el cuadro de Pellegrini que el costasoleño volviera a ver portería y que el portuense dejara claro que sigue siendo pieza importante en el Betis actual. Pero la alegría le duró muy poco al equipo heliopolitano, que ya con los cambios había modificado de nuevo el dibujo con algunas variaciones tácticas, al jugar con dos delanteros centros, Loren y Willian José, Quique a los mandos en la medular apoyado por Marchena y Édgar abandonando el puesto de pivote para actuar en el eje de la zaga con Félix. Un centro de Mkhitaryan lo desvió hacia atrás el central catalán y el balón le cayó a Darmian, que con la izquierda introdujo el balón en la portería de Bravo. Error de concentración defensivo de un Betis que muy pronto había dejado escapar su ventaja en el marcador.

Con el empate, Joaquín siguió tirando del carro de un Betis que lo intentó hasta el final con un córner sacado por Miranda –el portuense le reclamaba con razón una falta previa a Figueroa Vázquez– despejado sin complicaciones por la zaga del Inter, concluyendo así un equilibrado encuentro.