Tres derrotas consecutivas y una paupérrima imagen en el desplazamiento a Éibar provocaron que Mauricio Pellegrino, el entrenador elegido para sustituir a todo un ídolo en Leganés como Asier Garitano, se metiera en su laboratorio y agitase sus elementos en busca de una urgente reacción. Y el resultado no pudo ser mejor, con un convincente triunfo ante el Barcelona, al que incluso se remontó tras el 0-1 logrado por Coutinho.

La revolución de Pellegrino no sólo fue de nombres –Rodrigo Tarín, Vesga, En-Nesyri y Óscar Rodríguez se estrenaron en el once, al que también regresaron otros como Raúl García o Juanfran–, sino que el argentino también planteó un cambio de esquema que le resultó a su equipo para ganar en solidez. Apostó Pellegrino por ese 5-4-1 que ya emplease en el Alavés y el Leganés se comportó como un bloque intenso, con constantes ayudas en la zaga y cerrando a la perfección los pasillos interiores.

Tras el éxito del miércoles, es de esperar que Pellegrino repita con ese sistema que surgió de su probeta, aunque todavía se trata de un equipo en construcción. Hasta 16 caras nuevas aparecen en plantilla pepinera con respecto al pasado año, además del cuerpo técnico, además de que el argentino cuenta con 28 jugadores en la primera plantilla, algunos con dorsal del filia, un número muy excesivo.

SIN BALÓN

Pese a su mal comienzo, el Leganés se venía comportando como un equipo ordenado, que mezcla la presión sobre el rival con un repliegue intenso en campo propio. Ante el Barcelona, con la defensa de tres centrales, sí salieron a relucir las ayudas y coberturas, sobre todo cuando los laterales se incorporaban al ataque.Con Rubén Pérez como pivote fijo, el Leganés también cerró los espacios interiores con las ayudas de Vesga y Óscar Rodríguez. Éste último partía desde la banda izquierda, pero con tendencia a meterse por el centro.Ante el Betis, probablemente, también presionará la salida de pelota, aunque eligiendo los momentos para evitar una descomposición que facilite las cosas a los verdiblancos.

CON BALÓN

Si ante el Eibar el cuadro pepinero abusó del balón en largo en busca de la cabeza de Guido Carrillo, un potente delantero que comenzó de titular, ante el Barcelona, los de Pellegrino mezclaron el juego en corto con pelotas en diagonal para buscar las espaldas de los laterales, aprovechando la velocidad de En-Nesyri, un delantero de cualidades distintas a Carrillo, y de El-Zhar, el máximo goleador del Leganés en este arranque de Liga.

Esas salidas rápidas y con pocos toques fueron decisivas en la remontada, con dos goles en apenas dos minutos, que luego el equipo madrileño supo defender con orden y criterio.

LO MEJOR

Pellegrino ha querido construir un equipo desde atrás y el Leganés aparece como un conjunto ordenado, que junta las líneas y dificulta el juego del rival.

LO PEOR

Ha perdido sus tres encuentros de visitante, en los que ha ofrecido una imagen menos sólida como local, acusando en exceso los golpes del rival; tiene demasiados jugadores nuevos y se nota esa falta de rodaje.