Betis

Luis del Sol, los 85 años de una leyenda

  • El club verdiblanco felicita a uno de los jugadores más grandes de su historia

Luis del Sol, en su etapa en el Betis.

Luis del Sol, en su etapa en el Betis. / J.M.

El Betis, donde se formó, al que le dio su impronta y solvencia económica para crecer y se retiró en 1973; la Juventus de Turín, donde sentó cátedra entre 1962 y 1970; y la Selección Española de fútbol, con la que jugó 16 partidos y fue campeón de la Eurocopa de 1964, han felicitado este lunes por sus 85 años a Luis Settepulmoni del Sol, una leyenda que también dejó su estela en el Real Madrid y la Roma, desde donde volvió a su casa para decir adiós.

Luis del Sol Cascajares nació en Arcos del Jalón (Soria), pero el trabajo nómada de ferroviario de don Bonifacio, su padre, hizo que se bautizara en la Macarena y se estableciera en San Jerónimo, donde desde muy niño empezó a romper zapatos cuando era ya apodado el Gordito del Empalme, que así llamaban a ese nudo de trenes, y Cepillito, por su inconfundible y apretado corte de pelo.

Desde San Jerónimo, Luis del Sol ficha a los dieciséis años por el juvenil del Betis, debuta tres años más tarde en su primer equipo, asciende en 1958 a Primera División tras la larga travesía del desierto de la Tercera y, en el terreno de la autoestima, fue el capitán bético en el primer partido oficial que se jugó en el campo del eterno rival, el Ramón Sánchez Pizjuán, donde fue el autor del primer gol del 2-4 endosado al Sevilla que aún recuerdan los béticos más añejos.

El 1 de abril de 1960, hace sesenta años, se anunció su traspaso del Betis al Real Madrid por seis millones quinientas mil pesetas más tres jugadores del Plus Ultra, filial madridista, Martín Esperanza, Llorens y Pallarés; y en sus noventa y seis partidos como madridista ganó una Copa de Europa, una Intercontinental, dos Ligas y una Copa del Generalísimo junto a su amigo del alma y compadre, Alfredo Di Stéfano.

Luis del Sol fue traspasado en 1962 a la Juventus de Turín por treinta y cinco millones de pesetas, que sirvieron al club presidido por Santiago Bernabéu para comprar los terrenos de lo que fue la ciudad deportiva madridista durante décadas antes de marcharse a la actual de Valdebebas.

En Turín, Del Sol cogió galones de capitán y alzó un Scudetto y una Copa de Italia con la camiseta bianconera, con la que se ganó el apodo de Settepulmoni por su inmensa capacidad y también el de postino (cartero) por los más de ocho años que llevó la manija y el balón en el centro del campo de la Vecchia Signora.

En 2012 fue incluido en el pasillo de la fama del nuevo estadio de la Juventus y fue escogido por los aficionados turineses como uno de los cincuenta jugadores más relevantes de la historia del club de los Agnelli.

En 1970 es transferido a la AC Roma y en 1972 decide volver al club de su vida, el Betis, donde juega una temporada más y se retira: luego lo entrena, le da su nombre a su ciudad deportiva y hoy, como por donde pasó, es recordado como 'leyenda entre leyendas'.

No en balde, además de todo lo que simbólica y económicamente supuso para la historia del Betis, en las siete temporadas que vistió de verdiblanco disputó 190 partidos oficiales (169 de Liga, 11 de Copa y 10 de promoción de ascenso) en los que anotó 45 goles.

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