Betis | Entrevista Pellegrini

Pellegrini: "Para mí jugar bien es ganar"

Pellegrini posa en las instalaciones de la ciudad deportiva verdiblanca.

Pellegrini posa en las instalaciones de la ciudad deportiva verdiblanca. / Antonio Pizarro

El entrenador del Betis, Manuel Pellegrini, ha ofrecido una interesante entrevista a Diario de Sevilla, la primera a un medio escrito desde su llegada a Sevilla.

El chileno, en una serie de cuatro capítulos que podrán leerse en el canal del Real Betis en Diario de Sevilla, ofrece su visión sobre su idea de juego, hace un balance hasta hoy de su periplo en el Betis, con la exigencia y la ambición como sello; y no mira al futuro en el plano personal en cuanto a una posible renovación, centrándose exclusivamente en seguir sacando rendimiento al plantel actual para que el cuadro verdiblanco siga creciendo e ilusionando a una hinchada bética a la que le tiene un gran cariño.  

–¿Qué balance realiza del inicio liguero?

–Estoy contento, después del primer parón FIFA tuvimos siete partidos, en los que ganamos cinco, empatamos uno increíble ante el Espanyol y perdimos con el Villarreal en el séptimo, tras una carga importante que llevábamos y ante un equipo de Champions que ha invertido más de 100 millones de euros en dos años. No hicimos un buen partido, lo perdimos.

–Dice que el Betis no hizo un buen partido. ¿Qué es para usted jugar bien?

–Primero, ganar. Si uno juega bien pero no ganó, por algo no ganó. Por definir mal, porque dimos licencias defensivas... Para mí, jugar bien es ganar. Luego hay distintas manera de hacerlo. Mientras más volumen ofensivo creemos, más contento quedo. Mientras menos ocasiones te generen en campo propio, más sólido eres defensivamente.

–El Betis desde antes de su llegada mantenía una propuesta atractiva. ¿Qué ha querido añadir al equipo?

–Pretendía inculcar un funcionamiento futbolístico, como hice en todos los sitios en los que estuve. Me gustan los equipos más directos, con posesión del balón pero activa, y mientras más rápido salgamos de campo propio, y con menos toques, mejor. En el último tercio, hay que terminar las jugadas. Cuesta tanto llegar a ese nivel de campo que una vez que uno llega tiene que terminar la jugada. El funcionamiento de equipo también debe ser agresivo para recuperar el balón.

–Dice Simeone que a él le influyeron entrenadores tan distintos como Bilardo, Bielsa o Eriksson. ¿Usted se considera discípulo únicamente de Fernando Riera?

–Él fue influyente en mi persona en la parte de conducir un grupo, en los detalles de la disciplina y en cómo funciona un club. Dirigía al Benfica de Eusebio. Tuvo una gran influencia en cuanto lo que es la imagen de un técnico, cómo se conduce un grupo y cómo se exige a una institución para que la parte deportiva pueda funcionar. Después está la parte futbolística, en 14 años que tuve como jugador con casi 500 partidos en primera aprendí de muchos técnicos. Después, todos los cursos que hice, uno tiene que estar preparado para cuando le llegue la oportunidad no fallar por falta de preparación. Trato de ser una persona aprende todos los días distintas cosas. Si uno cree que sabe de todo el fracaso viene cerca.

–Usted lleva sobre 50 años dedicado al fútbol, entre jugador y entrenador.

–No sólo el fútbol forma parte de mi persona. El desafío personal, también. De chico me han gustado los desafíos. En el fútbol mi vida ha sido tomarlos. La parte más puntual de mi carrera fue cuando acabé con el Real Madrid. Tuve muchas ofertas de diferentes clubes, a lo mejor a un nivel más alto, pero me llegó el Málaga, hablé con ellos, vi las intenciones, y tomé Málaga como desafío. Ir allí pudo ser una de las mejores decisiones de mi vida. No me arrepiento para nada de lo que he hecho y no hay ninguna etapa en mi carrera que me la saltaría. Estuve 22 años fuera de Chile y el único equipo en el que no acabé, en el segundo año que no lo pude hacer bien, fue el West Ham. Dirigir 22 años seguidos no es fácil. Mientras yo tenga un desafío la edad no importa. El fútbol me motiva, el fútbol me exige. Uno tiene edad cronológica, pero hay una edad personal, día a día, con exigencia, en la que me siento vigente para seguir en cualquier club.

–¿El Betis le aparece como un gran reto para su autoestima después del West Ham?

–No. Cualquiera de los técnicos importantes ha sido despedido. Me pasó una vez y uno tiene también tiene que conocer el lado oscuro de las cosas. No sentía al Betis como una salvación, ya pude venir antes del West Ham. Lo hice porque con el plantel que había yo creía que podíamos hacerlo mejor, sin criticar a los técnicos anteriores. Era un desafío personal. La liga inglesa es la mejor liga del mundo, pero en la española es donde mejor se juega. Fútbol, calidad de vida, eran una serie de condiciones importantes. De hecho Marbella es mi segundo hogar. Volví a un país que me dio muchas satisfacciones y a una institución muy popular y grande en una etapa complicada, lo que hace doble el mérito de dirigir este desafío.

–¿Está el Betis donde usted pretendía a esta altura?

–El Betis está creciendo. Si hago una evaluación del primer año, fue positivo. El equipo tenía que adaptarse a una serie de conceptos y salir de abajo es complicado. Hay que tener convicción y tener el respaldo del plantel cuando los resultados no salen y yo nunca vi una duda en la plantilla. La segunda vuelta fue notable y el 2021 está siendo muy bueno. Tuvimos muy mala fortuna en caer eliminados en cuartos de final de la Copa del Rey. Estamos en un buen momento, pero en el que no se puede tener exceso de confianza. Un momento en el que crecer más es difícil, pero hay que intentarlo. Esa ambición tiene que estar siempre. Estamos en una etapa intermedia y el tiempo dirá si podemos seguir creciendo.

–¿Ve al Betis en un futuro pelear en el grupo de equipos que aspiran a jugar la Champions?

–Para mí la idea de cualquier equipo cuando empieza es ganar el campeonato, tratar de ganar todas las competiciones en las que uno está. Luego, la ambición tiene que estar acorde a una realidad futbolística para que al final no haya frustración. Domingo tras domingo, cuando toque jugar ante equipos con mayor potencial económico que nosotros, éstos tendrán que demostrar en el campo que son mejores que nosotros. Ésa es la mentalidad que trato de inculcar en el Betis, como hice en el Villarreal. Las cosas se logran dentro de una realidad. Lo entregaste todo y llegaste hasta donde la realidad te permitió. Es el camino del Betis, no achicarte ante nadie. Ambición e ilusión por ganar, que es lo que se le transmite al hincha del Betis.

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