Necesitaba el Betis realizar algo distinto, sobre todo como local, y Quique Setién optó por recuperar la defensa de cuatro, olvidada casi desde la temporada pasada, para que su equipo mejorase en la fase ofensiva, aunque con la misma ineficacia de encuentros anteriores.

Fue un Betis dominador de la pelota, a diferencia del duelo liguero ante esta misma Real Sociedad, que aprovechó la movilidad de su segunda línea para sorprender al cuadro vasco, aunque con la misma falta de gol en sus delanteros que ha venido exhibiendo hasta ahora.

La Pizarra

Defensa

Con el cambio de esquema y más jugadores por delante de la pelota, la zaga verdiblanca estaba obligada a dar un paso adelante para frenar las transiciones del contrario. Y tanto Mandi como Barta cumplieron a la perfección casi siempre, y en la única ocasión que Juanmi superó a los centrales, con algo de fortuna, emergió la figura de Joel Robles para intervenir en favor de su equipo.

Los laterales también cumplieron en la parcela defensiva, sobre todo un Francis que brilló a gran altura ante Oyarzabal, que apenas apareció en una postrera acción en la prolongación.

Ataque

Agradeció el Betis el nuevo dibujo para llegar con más efectivos al área rival.La movilidad de Guardado, Canales, Lo Celso y Joaquín desajustó en más de una ocasión el plan defensivo de la Real, pero el Betis se fue de nuevo vacío ante el gol.

Los múltiples intentos de los atacantes béticos, con disparos de Joaquín –uno al larguero–, Guardado y, sobre todo, Lo Celso, encontraron siempre respuesta en Rulli.

Quizá también echó en falta el cuadro bético una mayor aportación de su delantero, con un Sanabria que casi siempre fue superado por Le Normand y Diego Llorente. La posterior entrada de Tello y Loren tampoco otorgó esa clarividencia necesaria en los últimos metros, pese a que ambos entraron enchufados.

Virtudes

El Betis recuperó dinamismo en su fútbol con más jugadores por delante de la pelota para buscar asociaciones, tras regresar a una defensa de cuatro.

Talón de Aquiles

Debe cerrar mejor los espacios en la medular para frenar las transiciones; la ineficacia arriba también lo penaliza.