Betis: Reflexión en el doble pivote

En el análisis, las dos paradas de Ledesma son las que más frescas se quedan en la retina, pero en el conjunto del partido, a lo largo de los noventa minutos, hay aspectos tácticos que no deben pasar por alto y que explican por qué el Betis cambió a mejor de la primera parte a la segunda, aunque sin acierto ante el gol fruto también de la actuación del portero argentino del cuadro amarillo.

El Cádiz tuvo muy claro el planteamiento inicial, con un claro 4-4-2. Presión en la salida de la pelota del Betis, con los extremos en labores defensivas cayendo hacia dentro para generar superioridad numérica, y cuando los de Pellegrini llegaban a la línea de tres cuartos chocaban una y otra vez con las líneas muy juntas de su rival. Por ello, y como ya se vio, por ejemplo, en la primera parte del partido ante el Rayo, el doble pivote que forman Guido-Marc Roca invita a una reflexión para jugar ante determinados rivales, y en casa, pues genera poco fútbol. Por ello, Isco tuvo que bajar mucho al centro del campo para llevar la pelota hacia arriba y luego lo acusó en su físico, además de los innumerables balones que perdió en el primer tiempo.

A eso hay que unirle la nula profundidad de las bandas por parte de los laterales y de los extremos, con un Bellerín lejos de su mejor versión; Miranda, con mucho trabajo atrás; Rodri sin desborde alguno y Ayoze, que abandonaba la banda para caer hacia dentro cada vez que podía para generar peligro, fue el mejor.

En el segundo acto, mejoró el Betis con los cambios y Guido hizo un buen gol. Más profundidad por los costados, con Abde y Luiz Henrique y, sobre todo, en los buenos minutos de Ruibal. Sin embargo, los centros del brasileño y remates de Ayoze, en dos ocasiones, se fueron fuera y se toparon con Ledesma. Y al final, Isco, de tacón, remató un centro de Ruibal que de nuevo abortó Ledesma. Una fase final del partido que fue una moneda al aire.

Defensa

No termina de ser fiable el Betis atrás, donde la contundencia sigue brillando por su ausencia. Y ayer sufrió con dos delanteros, Chris Ramos y Maxi Gómez, quienes con Alejo encontraron un filón a la espalda de Miranda. El mejor ejemplo, el 0-1. En la segunda mitad, también sufrió el Betis atrás y los amarillos gozaron de alguna ocasión para haber marcado. Sobre todo, en esa en la que Bellerín estrella el balón en el travesaño de su portería al despejarlo.

Ataque

En la primera parte, nada. Fútbol plano del Betis, ritmo lento y sin desborde ni profundidad por los carriles. Sólo alguna acción de Ayoze. Poco rastro de Willian José y un Isco nada brillante. Tras el descanso, sí tuvo el cuadro verdiblanco más presencia en el área rival. Ayoze e Isco rozaron el 2-1.

Virtudes

El arreón final.

Talón de Aquiles

El fútbol del primer tiempo y la falta de contundencia atrás.