El Betis espera comenzar en breve las obras de las nueva ciudad deportiva de Dos Hermanas, un aspecto que ha confirmado el propio portavoz del equipo de gobierno del ayuntamiento nazareno, Agustín Morón, quien ha desvelado en el diario local La Semana que en los próximos días se llevará a cabo la firma de la adjudicación de las obras, el último paso previo para el comienzo de los trabajos.

Según Morón, y como también habían señalado los responsables del Betis semanas atrás, la primera fase del proyecto "estará lista para el mes de junio del próximo año", ya que el plazo de ejecución que se contempla es de unos diez meses. En esta primera fase se realizarán el cerramiento, los viarios, los campos de fútbol de entrenamiento y el edificio central de equipamientos. Además, el propio Morón ha desvelado los motivos que han llevado a un cierto retraso en estos últimos meses, que "ha venido motivado por el incremento de los precios, sobre todo a lo que a materiales se refiere".

Este incremento de los costes ha provocado una reestructuración del proyecto, ya que, según el portavoz, "una actuación que estaba licitada en 21 millones de euros se disparó a casi 30 millones". Durante este tiempo, los contactos entre el Ayuntamiento de Dos Hermanas y el Betis, personalizado en el consejero Ozgur Unay Unay, han sido constantes para ir superando las dificultades que han ido surgiendo.

Cinco campos de hierba natural, cuatro de césped artificial, dos específicos para entrenamiento de porteros y una residencia para acoger a 100 deportistas serán algunas de las claves de esta primera fase, que deberá estar lista para el verano de 2023 con la intención de ponerse en funcionamiento para la temporada 2023-24, cuando ya deberían acoger a los 22 equipos, 17 masculinos y cinco femeninos, de la entidad verdiblanca. Todos los campos, además, tendrán las medidas del Benito Villamarín (105 x 68), para una mejor adaptación de los jugadores en su formación.

Otro de los aspectos destacados de la nueva ciudad deportiva llega por su sostenibilidad. Diseño bioclimático, control solar, ventilación natural, sistemas eficientes de reducción de consumo, reutilización del agua, empleo de energías alternativas, la integración paisajística, un sistema de movilidad limpio o el bajo mantenimiento son algunas de las características que tendrán las nuevas construcciones, con lo que se adapta a la perfección a las exigencias del siglo XXI.