El Gobierno anunció el jueves el regreso de los aficionados a los estadios, lo que supondrá un alivio para el Betis y para el resto del fútbol español. Las depauperadas arcas del equipo verdiblanco tendrán una nueva inyección económica para mejorar los balances, lo que permitirá afrontar con más desahogo un verano muy complicado.

A falta de que las Comunidades Autónomas establezcan el porcentaje de público que podrá asistir a los estadios, lo que irá en consonancia con la situación sanitaria de cada lugar, el Benito Villamarín volverá a contar con público casi año y medio después. Además, esta decisión permitirá que el club verdiblanco siga adelante con sus planes de lanzar una nueva campaña de abonos, cuyos detalles se encuentran ya muy avanzados y que esperan darse a conocer a la mayor brevedad posible.

Los ingresos por abonados son una de las partidas más importantes del Betis en sus cuentas. Así, en la temporada 18-19 supusieron 13.764.132,92 de euros, mientras que en la 19-20, en la que la pandemia obligó a cerrar los estadios en marzo, se quedaron en 11.925.617,09. Para la 2020-21, la entidad heliopolitana presupuestó un ingreso de 7,5 millones de euros por esta partida, aunque finalmente se vio obligada a reformularla para dejarla a cero debido a la imposibilidad de que el público pudiera volver a los estadios antes de finalizar el campeonato.

Esta circunstancia ya penalizó al Betis en su tope salarial para la pasada temporada, después de que la LaLiga rebajase el mismo desde los 71 a los 66 millones de euros, precisamente por esa ausencia de público en las gradas.

El presidente del Real Betis, Ángel Haro, en la presentación de Sabaly.

Además de esta disminución de los ingresos por abonados, la falta de aficionados en el estadio también repercute en la posibilidad de conseguir más dinero por comercialización y publicidad, de ahí que los cálculos estiman en unos 17 millones de euros la cantidad que se deja de percibir por esta circunstancia.

Con todo, y pese al alivio que le supondrá al balance de la entidad, este nuevo ingreso tampoco supondrá que el club verdiblanco vaya a tirar la casa por la ventana en el mercado de fichajes. La política de austeridad continuará este verano, de ahí que los técnicos continúen trabajando en refuerzos de bajo coste y que no supongan incrementar las elevadas amortizaciones que debe afrontar el club por las inversiones de años anteriores.

"Nuestros ingresos se han reducido a la mitad este año. Tendremos un incremento por jugar en Europa y por el público, pero no será el de antes de la pandemia. Y nos tenemos que adaptar, no habrá grandes fichajes. En el caso de una salida importante, si viene una oferta irrechazable y hay una plusvalía significativa, se podría reinvertir en el equipo", aseguró el presidente en la presentación del francés Sabaly, en la que ya expuso la realidad económica de la entidad.

También hay que tener en cuenta que el Betis aún debe devolver a sus aficionados la partida correspondiente a la pasada temporada, cuando se lanzó la campaña de abonados sin saber si éstos podrían volver finalmente al estadio. Precisamente, éste será uno de los puntos a tratar en la nueva campaña, con fórmulas y alternativas para que aquellos socios que decidan reinvertir su dinero en la entidad, y que rebaje ese 40% que el club estima que tiene comprometido con sus aficionados.