Eibar-Betis

Entre la dignidad y las matemáticas

  • El Betis acude a Ipurua para apurar sus opciones de jugar en Europa y lavar la imagen exhibida en su última salida

  • William Carvalho y Loren apuntan al once

Quique Setién dialoga con sus jugadores antes de empezar el entrenamiento.

Quique Setién dialoga con sus jugadores antes de empezar el entrenamiento. / Víctor Rodríguez

Aunque en el Betis existe el deseo de que la Liga acabe cuanto antes, las matemáticas otorgan todavía opciones de alcanzar la séptima plaza, ese regalo envenenado para regresar a Europa el 26 de julio y que adelantaría toda la planificación estival. Sin que los dirigentes hayan dicho esta boca es mía tras los últimos tropiezos y con Quique Setién aguardando confirmaciones sobre futuro, mientras su agente lo ha empezado a mover en el mercado, el cuadro verdiblanco visita al Eibar en Ipurua para, al menos, lavar la imagen ofrecida en los últimos desplazamientos ligueros y de paso apurar esas escasas opciones que todavía le ofrecen las calculadoras.

La caída libre experimentada hace meses y acentuada desde la última pausa liguera –bendito penalti parado por Pau López ante el Villarreal que ha evitado sustos mayores– ha ido alejando a los verdiblancos de su objetivo europeo. Primero fue el adiós a la cuarta plaza, luego a la quinta, a la sexta… Y ahora necesitaría un pleno de puntos en sus tres últimos partidos y que el Athletic no sumase victoria alguna para aspirar a ese regreso europeo que tanto se deseaba, y necesitaba, esta temporada.

Alineaciones probables Alineaciones probables

Alineaciones probables / Elaboración propia: Dpto. de Infografía

La debacle en el Ciutat de Valencia, la última salida bética, dejó muy tocado el crédito de Setién. Incluso en la igualada ante el Espanyol, con ese arreón de orgullo de los jugadores, el Betis ofreció los síntomas de un equipo que ha llegado sin fuerzas, mentales y físicas, al tramo decisivo de la temporada. La gestión de los recursos no ha sido la adecuada y esa planificación que el propio presidente calificó con un 9 o 10 de nota ha acabado por demostrarse insuficiente. Las decisiones de Setién han lastrado el rendimiento del equipo heliopolitano, por más que en el mercado invernal tampoco llegase ese salto de calidad para cumplir con el mensaje lanzado por la cúpula de aspirar a todo en las tres competiciones.

La complacencia instalada en una entidad que ha huido de los mensajes exigentes para instalarse en la comodidad de esos aduladores acostumbrados a aplaudirlo todo ha ido rebajando los objetivos del equipo. Lejos queda aquella ambición de disputar la final de la Copa del Rey como local, el avanzar en la Liga Europa o el aspirar a una de las cuartas plazas más baratas de siempre, y los discursos han ido encaminados a justificar los tropiezos buscando siempre a los culpables en otro lado y sin asumir –o lo que es peor, sin darse cuenta– de los errores que se han ido cometiendo por el camino.

En el vestuario bético, mientras tanto, se repite la necesidad de acabar la Liga con dignidad. Si el balance de la temporada no puede ser del todo positivo, la intención es que estas últimas jornadas no emborronen más el panorama. El rival de hoy parece el adecuado para conseguir ese lavado de imagen. Aunque el Eibar de José Luis Mendilibar destaca por comportarse casi siempre como un equipo competitivo, esa permanencia prácticamente garantizada la pasada jornada con el triunfo en Mestalla ha dejado al equipo vasco sin el esencial elemento motivador y con muchos de sus jugadores más pendientes de su futuro que de este final del campeonato.

En otra situación clasificatoria, la visita a Ipurua sería un campo minado para los verdiblancos, como así muestra el precedente de la pasada campaña. Entonces, el Betis visitó a un Eibar en crisis para encajar un vergonzoso 5-0 que supuso la primera gran debacle con Setién al mando. La conocida receta de Mendilibar, presión alta y centros al área, bastó para desarbolar a los heliopolitanos, incapaces de sobreponerse a ese fútbol tan elemental.

William Carvalho golpea el balón con Guardado justo detrás. William Carvalho golpea el balón con Guardado justo detrás.

William Carvalho golpea el balón con Guardado justo detrás. / Víctor Rodríguez

Con las bajas de Mandi, por sanción, y de Canales, por lesión, Setién pierde a sus dos jugadores preferidos, aunque sí recupera a William Carvalho, ausente desde la derrota en el derbi. Tampoco se esperan demasiados cambios en el once, pese al posible cambio de sistema. Joel Robles se mantendrá en la portería tras sustituir a Pau López en la pasada jornada, Feddal será de nuevo el jefe de la zaga y Lo Celso estará al frente de las operaciones de ataque. Si acaso la entrada de Loren por el desacertado Jesé parece el único cambio seguro en una delantera que ha estado este año lejos de los números esperados o de los conseguidos la pasada campaña.

A falta de tres jornadas para finalizar esta Liga en la que el Betis ha pasado de la ilusión a las dudas, sin un mensaje claro de lo que quiere y con discrepancias en el puente de mando, los verdiblancos acuden a Ipurua en busca de tres puntos que amortigüen la decepción y que, si los resultados del resto de rivales lo permite, mantengan abierto el sueño de alcanzar esa envenenada séptima plaza que otorgaría el regreso a Europa.

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