Joaquín Sánchez terminará esta temporada, la última de su carrera profesional, con un máximo de 622 partidos de Primera División. Y eso si juega algún minuto en los partidos de las últimas cinco jornadas de Liga. 

En San Mamés no pudo jugar ningún minuto el capitán del Betis, puesto que arrastraba un esguince de rodilla, que sufrió en el Camp Nou al final, en una jugada con Koundé. Y además el carrusel de cambios al que se vio obligado Manuel Pellegini y el ajustado marcador ante el Athletic Club de Bilbao le impidió sacarlo aunque fuera testimonialmente en los instantes finales.

El regalo del Athletic Club de Bilbao

Tras el encuentro, el capitán del Athletic Club de Bilbao, Óscar de Marcos, se acercó a Joaquín en el túnel de vestuarios para hacerle un regalo muy especial como recuerdo de su último partido en San Mamés. El club bilbaíno agasajó al legendario futbolista verdiblanco con un cuadro collage con fotografías de distintos partidos de Joaquín en San Mamés, el viejo y el nuevo, así como un trozo de césped.

Por su lesión y por las circunstancias del partido, Joaquín no pudo jugar ni un minuto. Lo tenía complicado, pues él mismo anunció en la previa del partido, en tono informal, que ni siquiera le había bajado el edema producido por el esguince de rodilla que sufrió en Barcelona cinco días antes.

Aun así, viajó con la expedición verdiblanca por si podía salir algún minuto para sumar su partido 618 de Liga. No pudo ser y se queda en 617, con lo que ya sólo puede igualar los 622 de Zubizarreta.

La sobrecarga de Guardado en el minuto 80

Joaquín incluso saltó a calentar en el último tramo del partido, lo que abrió la posibilidad de que saltase al terreno de juego de San Mamés. Sin embargo sobre el minuto 80 se echó acalambrado al suelo Guardado, que ejercía de capitán, y tuvo que ser sustituido por Abner en el 82. De ese modo, con 0-1 en el marcador y el Athletic apretando, Pellegrini agotó su último cambio ante la necesidad de pelear el triunfo.