Real Betis | El reportaje

Juanmi-Willian José, una pareja reconciliada... con el fútbol

  • Juanmi, quien no pudo jugar ante la Real Sociedad en sus dos años anteriores de bético, y Willian José se reencontrarán en su mejor momento con su ex equipo

Willian José y Juanmi celebran un gol ante el Getafe.

Willian José y Juanmi celebran un gol ante el Getafe. / Julio Muñoz (Efe)

Si el Betis luce hoy tercero en la tabla de Primera es sobre todo por su espíritu ofensivo, por los premios que suele recolectar por su valentía partido tras partido. Y dos de los principales intérpretes del audaz estilo que propone Manuel Pellegrini, Juanmi y Willian José, ya cuentan los días para un partido que tienen señalado en su particular calendario: el reencuentro con la Real Sociedad.

Cierto es que antes figura el partido de mañana en Glasgow, pero es más que probable que ninguno de los dos juegue un solo minuto ante el Celtic, vista la intrascendencia deportiva del choque, y no se descarta que incluso ni siquiera viajen.

Juanmi Jiménez vive su tercera temporada ya en el Betis, pero debido a que en la primera, la 2019-20, se pasó más tiempo en la enfermería que en la hierba, no pudo jugar ante su ex equipo, la Real Sociedad, que en verano lo había traspasado al club heliopolitano por 8 millones de euros más dos en variables.

Entonces Juanmi sólo tenía 26 años, una edad perfecta, pero movía a la confusión el hecho de llevar jugando en la élite desde 2010: debutó con el Málaga de la mano del técnico Juan Ramón Muñiz con sólo 16 años, en la campaña 2010-11, batiendo un récord de precocidad en el club.

La temporada pasada, Juanmi no fue ni convocado por Pellegrini en el Betis-Real Sociedad de la jornada 6ª (0-3), y ya en la visita de los verdiblancos al Reale Arena en la segunda vuelta, jornada 20ª, el malagueño vio desde el banquillo la igualada final con aquellos goles de Canales y Joaquín (2-2).

Así que este domingo, el máximo goleador nacional del momento (9 tantos) va a vivir su primer partido ante la Real. Y con el propósito, sanísimo, de percibir lo que se siente al marcarle un gol.

El intuitivo y astuto punta no guarda rencor al club vasco, todo lo contrario. “A toda la familia txuri-urdin. Ha llegado el momento de decir adiós. Estoy muy agradecido al club, los compañeros San Sebastián por la acogida y el apoyo durante estos tres increíbles años”, expresó en su nota de despedida.

Recaló en la Real en la temporada 16-17, que concluyó con 15 goles en 41 partidos oficiales, 11 de ellos en la Liga y el último decisivo, en Vigo, para la clasificación para la Europa League. En su segunda campaña bajó a 8 goles en la Liga y en la tercera su línea descendente lo llevó a los 5 goles. Esa Liga, la del cambio de Asier Garitano por Imanol Alguacil, la acabó la Real novena con 50 puntos, los mismos que el Betis de Setién. Y el último partido de Juanmi de realista fue ante el Espanyol, que se metió en Europa con ese 2-0 de la mano de... Rubi. Las cosas.

Willian José llegó a San Sebastián el mismo verano que Juanmi, en 2016. Acabó esa primera temporada con 14 goles, uno menos que el malagueño, a pesar de perderse dos meses por las lesiones. La siguiente fue la de su consagración: en 40 partidos hizo 20 goles, 15 de ellos en Liga. Once tantos hizo en los campeonatos 2018-19 y 2019-20 gracias a un amplio repertorio: un cañón en su derecha, martillazos de cabeza y sutiles recursos técnicos para marcar de vaselina o asistir de espaldas. El brasileño se destapó como un jugador que alternaba la contundencia con la sutileza y que aprovechaba el caudal de juego que le brindaban desde atrás dos talentosos, Mikel Oyarzabal y un tal... Sergio Canales, quien ya sabe lo que es jugar y marcarle a su ex equipo.

Ocurrió que la sintonía entre Willian José y la directiva que preside Jokin Aperribay no era perfecta y, tras la decepcionante cesión al Wolverhampton de la pasada campaña, Antonio Cordón ha estado hábil para arrancar una cesión con opción de compra de un valor seguro.

Juanmi sigue haciendo lo que le hizo triunfar en la Real: arranca de un extremo, ahora el izquierdo, para irrumpir en la zona de remate y matar. Willian José también lo acompaña de espaldas, arrastrando y marcando. La pareja se ha reconciliado con el fútbol, aunque cambiando el azul... por el verde.

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