Real Betis

Luiz Felipe da más argumentos a su sambenito de las expulsiones

  • El central se calentó en una acción con Gudmundsson en un partido amistoso y recibió la tarjeta roja

Luiz Felipe y Gudmunsson se encara en el amistoso en Huelva.

Luiz Felipe y Gudmunsson se encara en el amistoso en Huelva. / Rafa García

Luiz Felipe parece no haber aprendido de todo lo que le pasó en la temporada pasada. En el amistoso ante el Burnley cayó de nuevo en la trampa de un rival y su sangre caliente le hizo actuar otra vez antes que pensar para sumar una nueva expulsión a las tres que ya sufrió la pasada temporada de verdiblanco.

Por suerte esta vez no acarrea sanción alguna, pero sí que es una señal para Manuel Pellegrini, que debe hablar con el internacional italiano para que esto no le pase en competición.

Si esto pasa en un encuentro de preparación, con poca intensidad, qué no puede pasar cunado empiece la temporada oficial. Todo empezó cuando Luiz Felipe entró fuerte sobre Gudmundsson tocando balón eso sí. El islandés reaccionó sibilinamente desde el suelo con una patada a la zona de la rodilla cuando el bético se marchaba. El brasileño activó el modo macarra amagando primero con un cabezazo, pero sacó el brazo a pasear en la trifulca. Mecha corta la del central, expulsado por Figueroa Vázquez que bien pudo resolver la acción con una amonestación para cada jugador como parecían reclamarle ambos entrenadores.

Y después Luiz Felipe, lejos de calmarse, siguió con el asunto dirigiéndose al colegiado y a los rivales totalmente encendido. En una acción que pudo pasar sin más, y que en un encuentro de verdad podría acabar sólo con la expulsión del rival por esa agresión desde el suelo de acabarse ahí el tema, el central bético demostró que puede ser un peligro para su propio conjunto si no está centrado en el juego al 100%. 

Y eso que es cierto que en las tres expulsiones de la pasada campaña en ninguna mostró el carácter que le costó la tarjeta roja ante el Burnley. Fue expulsado en Vigo por una falta siendo el último jugador, ante el Athletic por una entrada fea por detrás a Muniain en el centro del campo que no venía a cuento, pero con el balón de por medio que bien podría haber sido amarilla y de nuevo contra el Celta el colegiado y el VAR cayeron en el teatro mentiroso de Iago Aspas, que fingió una agresión cuando el central le quitó el balón de las manos quizá de una forma brusca pero sin agredirlo.

El problema para el Betis es que en vez de hacer borrón y cuenta nueva Luiz Felipe siguió aumentando su sambenito de central duro ante un colectivo como el arbitral, muy corporativista, que ya habrá tomado nota de lo sucedido con Figueroa Vázquez, que por fortuna al ser sevillano no dirigirá al Betis en Primera División. 

La tángana formada por el encontronazo entre Gudmundsson y Luiz Felipe. La tángana formada por el encontronazo entre Gudmundsson y Luiz Felipe.

La tángana formada por el encontronazo entre Gudmundsson y Luiz Felipe. / Rafa García

 

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