ACUÑÓ Joan Laporta el concepto palanca como sinónimo de hipoteca y ahí que anda ya más de uno apalancándose a fin de solventar el presente, que el futuro ya llegará si es que llega. Tras el Plan Impulso que Javier Tebas se sacó de la chistera y como la inyección es insuficiente para muchos, pues ahí que ya volvemos a tener al fútbol español viviendo al día, pero sin que haya a la vista Plan de Saneamiento alguno.

Entramparse para competir ha sido el pan nuestro de cada día en el fútbol español; bueno, en el español y en el de muchos otros países. Únicamente el Real Madrid por recursos propios y el Athlétic por propios y ajenos navegan con solvencia en este océano de pérdidas que vamos surcando. Y ahora se agarran a palancas de muy distinto signo que es el respirador artificial que permitirá a la inmensa mayoría iniciar la competición con un equipo competitivo.

Porque la razón de hipotecarse no es otra que la de tener la posibilidad de ganarle a cualquiera, llámese como se llame. Y esto será así mientras los repartos televisivos no se hagan como se hacen en la Premier se ponga Florentino como se ponga. Son tan desmesuradas las diferencias entre lo que perciben los dos, o tres, colosos y los que pescan en ruin barca que hipotecarse será el único asidero para que LaLiga continúe teniendo la competitividad de hogaño.

Y entre los muchos apalancados, he ahí al Real Betis Balompié, con serias dificultades para inscribir a los nuevos y a los renovados. Entre los renovados se halla el gran Joaquín y sería una triste broma que el final de su carrera deportiva se precipitase por la simple razón de no poder inscribirlo. A ver cómo discurre agosto, pero la situación tiene complicada solución. ¿Pan para hoy y hambre para mañana? Es posible, pero si no se come hoy, el mañana no existe.