El Betis de Manuel Pellegrini ataca con muchas piezas y muy pocos toques. Piezas muchas de ellas con calidad técnica y visión para no darle a la jugada un toque de más, un pase de más que facilite el repliegue del rival. Canales, Guardado, el propio Guido –otra lección la del argentino de cómo soldar el sistema defensivo unos metros por delante de la zaga– lo volvieron a demostrar con el acompañamiento de Borja fijando a los centrales rojillos y provocando faltas, con la continuidad de Fekir entre líneas con sus conducciones y con la proyección por fuera de Ruibal y Montoya por la derecha y de Álex Moreno por la siniestra.

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Pellegrini es valiente, jamás renuncia a darle rienda al notable potencial ofensivo que disfruta. Y menos cuando el enemigo va perdiendo energía, se abren las líneas y el juego al espacio acerca aún más la portería. Las entradas de Juanmi, Willian José y William Carvalho –ojo si el portugués se enchufa de verdad, pues el equipo subirá un escalón su nivel deportivo– le dieron la estocada a un Osasuna que tuvo su momento en un tramo de la segunda parte y no lo aprovechó.

Defensa

Ninguno de los seis primeros defensores verdiblancos estaban disponibles. Es difícil tanta contrariedad, pero sucedió. Y Pellegrini tiró de la envergadura y las ganas de Kike Hermoso para situarlo como central del perfil derecho, con Édgar a su izquierda. Osasuna empezó queriendo intimidarlos, pero el madrileño, pese a su debut, recibió un primer balón en un centro raso y envenenado de Roberto Torres desde la derecha, lo controló y se acomodó el balón con sangre fría, cerca de la portería de Bravo, para despejarla después. Los centrales se impusieron en la anticipación y el balón aéreo. Sólo una vez la cazó por arriba Kike García con toda la ventaja en un caramelo de Roberto Torres (67’) y un minuto después, Brasanac pudo plantarse ante Bravo si le sale una media vuelta que exigía más calidad técnica. Fue el momento en que Osasuna apretó más, pero el Betis reaccionó como sabe mejor: haciéndose Fekir y Canales con la pelota.

En el gol local, Canales quizás pecó de frívolo con ese taconazo en zona tan retrasada, pero luego pasan más cosas y ahí Montoya y Kike Hermoso no salen a tiempo y habilitan al goleador, Kike García.

Ataque

El Betis pudo vivir un partido más tranquilo si es más resolutivo en la primera parte. Se puso con ventaja por el repertorio a balón parado –nadie pensó en ese balón abierto a Ruibal en el saque de la falta– y el trabajo de Borja con los centrales y el manejo entre líneas de Fekir le debió dar más rédito. Pellegrini sabía que había que seguir atacando con muchos y en pocos toques. Era cuestión de tiempo.

Virtudes

Enorme arsenal. Y aprovechado.

Talón de Aquiles

Siempre concede algo atrás.