De un Antony cada vez más a gusto e importante a un Lo Celso que debe adaptarse a un nuevo rol

Gante/Goleada balsámica para que los béticos vuelvan a creer en su equipo, en un grupo de futbolistas con muchísimo talento pero que deben adaptar sus estilos de juego al colectivo para que la escuadra de Pellegrini rinda al nivel que puede ofrecer.

Antony | Si se siente a gusto, y así lo parece, es un jugadorazo

El zurdo brasileño ha caído de pie en el Betis y ha demostrado que sólo era cuestión de confianza, de que se sintiera a gusto en un campo de fútbol para demostrar la enorme calidad que tiene en su pierna izquierda. Como le ha pedido Pellegrini, está jugando menos de cara a la galería y más para hacer que el equipo dé un salto de calidad. Ya debió marcar en el minuto 5 con sus disparos de rosca, pero Roef hizo un verdadero paradón, pero en la reanudación se la puso imposible.

Lo Celso | Se tiene que adaptar a ese rol de medio centro

Pellegrini le tiene que buscar un sitio, pero es complicado si está Isco sobre el campo, algo que es incuestionable si el malagueño está en las condiciones físicas idóneas. Lo Celso ya jugó en sus inicios como medio centro y por mucho que no le guste jugar ahí para poder lucirse más, tendrá que adaptarse a esa circunstancia, entre otras cosas porque también es bueno como pivote.

Isco | Le costó echar el balón abajo, pero era la clave de todo

El partido arrancó a ritmo de rock and roll y se veía que no estaba a gusto el malagueño en ese arranque. Perdió algunos balones teóricamente fáciles para él y le costó trabajo hacerse con el mando del juego. Sin embargo, cuando pudo echar la pelota abajo comenzó a hacer daño y también dejó alguna pincelada como un pase de tacón estando rodeado. Le dio el gol a Bakambu y Pellegrini le dio descanso.

Perraud | Tal vez fue su mejor partido como bético

Es verdad que el KAA Gent no es un equipo demasiado exigente, pero el lateral izquierdo francés supo sobreponerse al plan de juego de los belgas, que consistía en buscar su banda para atacarlo con las llegadas del carrilero Samoise y las incorporaciones por ese costado del japonés Ito. Perraud, sin embargo, se fue sintiendo seguro y no permitió esas llegadas hasta Vieites.