El Betis, sin locuras en pos del equilibrio

Ni la lesión de Isco ni la operación de Antony harán que el Betis se salga de su hoja de ruta, pese a la necesidad de que fichar a un pivote es evidente

La plantilla se aligera vía Vigo y Glasgow

Manu Fajardo y Ángel Haro, durante la presentación del colombiano Nelson Deossa.
Manu Fajardo y Ángel Haro, durante la presentación del colombiano Nelson Deossa. / José Manuel Vidal / Efe

Equilibrio fue una de las palabras más usadas por Ángel Haro y Manu Fajardo, presidente y director deportivo del Betis, durante la presentación de Nelson Deossa. Y no siempre fue por la necesidad de fichar a un pivote que dote al equipo sobre el campo del necesario equilibrio entre las líneas, sino, sobre todo, por la cuestión económica y de cumplir con las normas financieras que impone LaLiga y las propias que se fija el club, que no hará “locuras” en las tres semanas (mal contadas) que quedan de mercado. La hoja de ruta está clara y no la cambia ni la lesión de Isco.

“Llevamos cinco o seis años haciendo el máximo esfuerzo que permite LaLiga. Apuraremos como otros años y probablemente el gasto y el límite serán los mayores de nuestra historia, pero no podemos volvernos locos y hacer cosas que no debemos y no podemos. Ambición deportiva, pero teniendo claro el necesario encaje económico”, recordó el máximo rector bético, quien incidió en esa cuestión en el encaje de Antony. El brasileño sigue presionando y rechazando propuestas para volver a vestir de verdiblanco, pero Haro recuerda que su futuro pasa por entrar en los “parámetros económicos” de la entidad y avisa que no está dispuesto a pagar lo que pide el Manchester United por el jugador en estos momentos.

El problema, en este sentido, es para Manu Fajardo, que hace suyo el equilibrio económico, pero consciente de que en su trabajo se añade la variable deportiva para ofrecerle a Manuel Pellegrini las piezas necesarias para poder jugar con garantías en tres competiciones la próxima campaña. “Nos gustaría mejorar la posición del centro del campo, pero veremos lo que nos permite el límite financiero. Seguimos con nuestro plan, controlando el mercado con salidas y entradas”, dijo el dirigente, que añadió: “Estamos abiertos a seguir mejorando el plantel siguiendo las reglas del juego y de sostenibilidad. Hay que terminar de conformar el equipo para afrontar con garantías las tres competiciones”, dijo.

El caso es que en el Betis se tiene claro que “no se harán locuras” en el mercado, que sustituir a Isco es cosa de los que ya están y que las prioridades están definidas: extremo diestro, sea Antony o cualquier otra opción si la operación con el brasileño no se desatasca, y un pivote defensivo de esos que dan equilibrio, aunque se confía en el regreso de Marc Roca y en Sergi Altimira.

El caso es que este verano el Betis lleva invertidos unos 40 millones de euros ya aproximadamente (8 por la mitad del pase de Riquelme, 11,5 de Deossa, 5,5 por Valentín Gómez, 9 por Natan y 6 por Petit, que se fue cedido al Mirandés), todavía muy lejos, aunque Haro hable de llegar al mayor gasto de la historia, de los más de 90 millones que supusieron en 2019 los fichajes de Borja Iglesias (28), Lo Celso (22), Fekir (20), Álex Moreno (9,5), Juanmi (8) y Dani Martín (5). De aquellos polvos estos lodos. De esa experiencia, con la crisis posterior por la pandemia, aprendieron los dirigentes verdiblancos, que estuvieron años sin poder gastar después, buscando cesiones y jugadores libres para reforzar las plantillas, con Manuel Pellegrini sacando lo máximo.

Ahora los dirigentes del club siguen mostrándose ambiciosos, pero la idea clara de no hipotecar la entidad es una línea roja infranqueable, ya que además hay que hacer frente a pagos de créditos suscritos para mantener el crecimiento de la entidad, cuyos éxitos deportivos, eso sí, siguen siendo el sustento de todo. Por eso se habla de “esfuerzo” a la hora darle al técnico lo que demanda y ha quedado patente su necesidad esta pretemporada. Hace falta equilibrio, también en el campo.

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