El peor Betis del curso no puede con el Genk (0-0)
Las fotos del Genk-Betis
Los cambios se notaron en un equipo sin mordiente, intención ni intensidad los 90 minutos de un partido en el que el local Oh remató al palo al final
El peor Betis de la temporada no pudo poner la pica en Flandes, donde no fue capaz de ganar un Genk animoso pero falto de calidad y firmó un probre empate a cero sin tener siquiera una clara oportunidad en todo el encuentro. Y es que la mejor oportunidad del partido fue para el cuadro local, cuando en una contra el surcoreano Oh cruzó el balón con un fuerte disparo y con Álvaro valles ya superado el palo lo repelió en el tramo final del encuentro.
Con nueve cambios en el once inicial respecto al equipo que salió en La Cerámica, el Betis mostró un nivel de intensidad insuficiente para competir en Europa, independientemente del rival. Un tiro lejano de Riquelme a las manos del portero, un cabezazo que peinó Bakambu, que pasaba por ahí, y otro remate lejano de pablo García, que entró en la segunda parte por Antony, fue toda el bagaje ofensivo del conjunto bético. Demasiado pobre tanto en producción como en fluidez, ante un rival que no se encerró atrás y que buscó la portería contraria tanto saliendo rápido de forma combinativa como al contragolpe.
El primer tiempo acabó con el Betis achicando balones en el área y aunque en la reanudación parecía que los de Pellegrini metían una marcha más, fue un espejismo. El portero del Genk fue un espectador más y Álvaro Valles incluso tuvo más trabajo con varios remates desde fuera del área que le hicieron intervenir a él o a algún jugador como Sergi Altimira para cruzarse.
Con el Betis desarmado y los cambios ya hechos en busca de más mordiente en ataque, llegó la mejor ocasión del encuentro para el surcoreano Oh, que remató al palo tras un buen pase al espacio del mejor del partido, el griego Karesas junto a valentín Gómez, pero su disparo cruzado se fue al palo con el guardameta bético ya superado. Un empate y gracias para seguir invicto, pero que deja una sensación más parecida a la fase liga de la pasada Conference que al vertiginoso fútbol propuesto en La Cerámica hace unos días.