La ciudad y los días
Carlos Colón
Montero, Sánchez y el “vecino” Ábalos
Análisis
El Betis está metido de lleno en la preparación de la segunda jornada de la fase liga de la Europa League, en la cual se medirá al Ludogorets en Razgrad. Una cita a algo más de tres mil kilómetros de distancia con respecto a Heliópolis que los verdiblancos volverán a repetir, pues ya saben lo que es jugar en el Huvepharma Arena.
Fue en la fase de grupos de este mismo torneo en la temporada 2022-23, venciendo con un gol de Fekir (0-1). Ahora, volverán a verse las caras ante uno de los equipos más potentes de la efbet Liga –la Primera División búlgara– en busca de un triunfo tras empatar ante el Nottingham Forest.
El Ludogorets, actual campeón búlgaro con un valor de plantilla de 48,85 millones de euros, es segundo en la liga con 21 puntos (y un partido menos), a uno del líder, el CSKA 1948 –no confundir con el histórico y clásico CSKA de Sofía–. El técnico del rival del Betis es el portugués Rui Mota, que llegó el pasado 1 de julio y está haciendo un buen trabajo, pese a la venta al Udinese (por tres millones de euros) del medio centro polaco Jakub Piotrowski, uno de los baluartes de la plantilla.
El Ludogorets se reforzó bastante bien dentro de su realidad económica, destacando la llegada de Erick Marcus, extremo derecho del Vasco da Gama; el centrocampista Filip Kaloc, del Kaiserlautern; y el medio centro ofensivo Petar Stanic, del Backa Topola; entre otros. Además, destacan otros jugadores, como el centrocampista Ivaylo Chochev, máximo realizador de su equipo con cuatro tantos; y el delantero centro Yves Erick Bile, con dos.
Futbolistas interesantes dentro de un Ludogorets que tiene un estilo de juego definido, un 4-3-3 de carácter ofensivo en el que las transiciones rápidas por los extremos son una de sus principales armas. No obstante, en función del rival, Rui Mota usa también el 4-1-4-1, aunque siempre sin abandonar la vocación de atacar a su adversario. De hecho, esa valentía permitió al Ludogorets conseguir los tres puntos en la primera jornada de la Europa League en la visita al campo del Malmö (1-2, goles de Petar Stanic e Yves Erick Bile).
Un aviso importante para un Betis que deberá jugar con intensidad y concentración si quiere salir de Razgrad con los tres puntos en el casillero. "Afrontamos cada partido con la meta de ganar, pues cada partido es importante. Hay muchos buenos equipos en la Europa League, pero nosotros somos uno de ellos", dijo el preparador luso del cuadro búlgaro en la previa de ese partido ante el conjunto sueco. Un claro ejemplo de la mentalidad de un Ludogorets correoso e incómodo que intentará ponerle las cosas difíciles a un Betis que atesora más calidad, la cual deberá plasmar sobre la hierba. Una trampa en Razgrad.
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