Día Mundial del Cáncer: analizamos cuatro de los tipos más prevalentes en Andalucía
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Cáncer de mama, pulmón, vejiga y oral
Este viernes se celebra el Día Mundial del Cáncer, una enfermedad que sigue siendo una de las principales causas de morbi-mortalidad en España, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), con más de 275.000 nuevos casos este último año. Además, el último informe de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) sitúa a Andalucía como la comunidad con la mortalidad más alta de España en el último año, con más de 18.000 fallecidos. Para tratar de revertir esta situación, los especialistas tienen clara la necesidad de apostar por la prevención, poniendo el foco en la importancia de mantener hábitos de vida saludables, y en la incorporación de las mejores innovaciones terapéuticas que hacen posible que la curva de fallecidos cada vez vaya siendo menor. Pero, sobre todo, en la detección precoz, dado que en la mayoría de tumores es determinante a la hora de conseguir un mejor pronóstico de la enfermedad.
Sin duda, la pandemia ha impactado de forma directa en el diagnóstico de muchos tumores. Por eso, hay que poner el foco en las revisiones periódicas a partir de una determinada edad, en los programas de cribado y en aquellos síntomas que pueden hacernos sospechar de que algo no va bien y que es preciso consultar con un especialista.
De la mano de diferentes especialistas de Quirónsalud, nos adentramos en los tumores más prevalentes en España para saber un poco más sobre sus síntomas y cómo pueden detectarse a tiempo para tratarlos con éxito. En este segundo reportaje hablamos de cáncer de mama, el tumor más frecuente en mujeres; del que más muertes provoca en España, el cáncer de pulmón, y de dos que están estrechamente vinculados con el consumo de tabaco y están entre los tumores con más prevalencia: el cáncer de vejiga, quinto con más casos en España, y los tumores en la cavidad oral y en la faringe, en octava posición.
Cáncer de mama
Los tumores de la mama son los más frecuentes entre las mujeres y los terceros que más casos provocan en España, con más de 33.000 nuevos diagnósticos en el último año. Según explica el doctor Ignacio Galán Parra, jefe de la Unidad de la Mama del Hospital Materno-Infantil Quirónsalud de Sevilla, el cribado del cáncer de mama mediante mamografía sigue siendo una herramienta útil y validada para la detección precoz y disminución de la mortalidad en las mujeres que lo padecen. No obstante, se han argumentado en la literatura médica inconvenientes o efectos indeseables derivados de la dosis de radiación, el aumento de falsos positivos y el sobrediagnóstico.
En la actualidad, y con el fin de incrementar la efectividad del cribado, el doctor Galán apunta que “hay que reseñar dos aspectos importantes: por un lado, la mejora de los equipos de mamografía, con la introducción paulatina de equipos con tecnología digital directa y sobre todo con la aparición de la tomosíntesis o mamografía 3D, que incrementan la tasa de detección de lesiones sin aumentar la dosis de radiación. Por otra parte, existe una tendencia hacia lo que se llama un cribado personalizado en función del riesgo individual de cada mujer, con resultados prometedores en cuanto a la mejoría respecto al actual cribado uniforme. En este sentido ya se está introduciendo la realización de la resonancia magnética de mamas en las mujeres con alto riesgo genético de padecer cáncer de mama.
En cuanto al tratamiento, la doctora María Valero Arbizu, oncóloga médica del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón de Sevilla apunta que la revolución tecnológica que hemos vivido en las últimas décadas aplicada a la medicina, ha permitido avanzar muy rápidamente en el conocimiento sobre la genómica del cáncer, con lo que hemos conseguido tener un mejor conocimiento del cáncer en general y realizar una mejor caracterización de los diferentes tumores permitiéndonos definir nuevos subtipos intrínsecos, determinar nuevos biomarcadores y desarrollar nuevos fármacos dirigidos más eficaces. En la actualidad empezamos a conocer cuáles son las alteraciones genéticas específicas de cada tumor y las modificaciones que va generando para adaptarse mejor al medio en el que se desarrolla para así extenderse a otros órganos y generar resistencias a los tratamientos.
El cáncer de mama es uno de los modelos que mejor se ha estudiado desde la perspectiva molecular. De hecho, hoy sabemos que no es una única enfermedad, sino que al menos existen cuatro subtipos moleculares (luminal A, luminal B, Her2 y basal) que van a presentar un comportamiento biológico completamente diferente con distintas respuestas a los tratamientos. Gracias a esto, en los últimos años se ha modificado el diseño de los ensayos clínicos hacia estudios específicos para cada fenotipo tumoral con fármacos que actúan sobre las alteraciones moleculares específicas que presenta cada subtipo con lo que estamos consiguiendo aumentar de forma clara la supervivencia de las pacientes y acelerar el desarrollo de nuevos fármacos más eficaces.
En este último año se han presentado avances importantes en los congresos más relevantes de oncología médica (ASCO, ESMO y SABCS). Los inhibidores de ciclinas se consolidan como tratamiento de primera elección en cáncer de mama avanzado luminal con supervivencias muy prolongadas y un excelente perfil de toxicidad, al igual que aparece una nueva generación de fármacos hormonales (SERDs) que pudieran mejorar los resultados de la hormonoterapia clásica. “En tumores de perfil más agresivo como el triple negativo, la inmunoterapia en combinación con quimioterapia empieza a dar resultados positivos, aumentando la probabilidad de curación en tumores localizados de alto riesgo a los que se les administra el tratamiento antes de la cirugía y prolongando supervivencia en enfermedad avanzada”, apunta la especialista de Quirónsalud. Y es en los tumores HEr2 positivos, paradigma de la medicina de precisión, donde ha habido mejores datos en los últimos años gracias al desarrollo de múltiples fármacos que bloquean selectivamente la proteína HERr2 impactando en la supervivencia de la enfermedad en las distintas fases de la misma.
Además, hace pocas semanas la revista The Lancet ha presentado datos de un nuevo test genómico llamado HERDX que predice el pronóstico de las pacientes en estadios precoces y la probabilidad de responder a los tratamientos farmacológicos previos a la cirugía, integrando los datos clínicos de la paciente con datos genómicos. Esta información junto con los datos que ya conocemos de estudios previos y otros que están en marcha, nos permitirá seleccionar mejor a la paciente que requiere un tratamiento quimioterápico menos intensivo evitando el sobretratamiento.
Cáncer de pulmón
El cáncer de pulmón es el tipo de cáncer que más muertes provoca en España y en todo el mundo, según recoge el Instituto Nacional de Estadística (INE). En nuestro país se diagnosticaron alrededor de 30.000 casos en 2020, por lo que es “muy importante hacer más visible esta enfermedad”, según alertan los jefes de servicio de Cirugía Torácica y de Neumología del Hospital Quirónsalud Córdoba, los doctores Antonio Álvarez Kindelán y Luis Manuel Entrenas, respectivamente.
Ambos especialistas aseguran que esta enfermedad constituye un problema de salud “de primera magnitud”, y la principal causa relacionada con el desarrollo de este cáncer es el tabaquismo. Sin embargo, determinados tumores de pulmón están asociados a alteraciones genéticas y en los últimos años se han incorporado nuevas terapias dirigidas a hacer frente a este tipo de tumores, con las que se están consiguiendo supervivencias prolongadas, dependiendo del estadio de la enfermedad.
Los síntomas suelen ser variables, produciéndose desde casos asintomáticos (en tumores de pequeño tamaño) a síntomas tales como tos persistente, en ocasiones con sangre, dolor torácico, dificultad para respirar, sensación de cansancio y pérdida de peso, por lo que “es importante consultar con el médico ante cualquier señal de alarma”.
En este sentido resaltan que, dada la alta letalidad del cáncer de pulmón en los estadios más avanzados, “es vital el diagnóstico precoz, con el fin de identificar el cáncer en su estadio más temprano y, por tanto, con las mayores probabilidades de curación de la enfermedad, ya que la tasa de supervivencia a 5 años en estadio precoz supera el 90%”.
En los últimos años se han desarrollado algunos métodos de diagnóstico y tratamiento de gran relevancia, así como nuevos criterios moleculares para una caracterización más precisa de los tipos de cáncer de pulmón. Se dispone en la actualidad de métodos de imagen como la PET y PET-TC, así como técnicas broncoscópicas avanzadas para la biopsia de tumores y ganglios con control ecográfico (EBUS), y métodos de navegación broncoscópica que nos permiten localizar tumores de pequeño tamaño por endoscopia radioguiada.
El doctor Álvarez Kindelán destaca que la cirugía es esencial en el tratamiento de este cáncer, en actualidad la intervención quirúrgica se realiza con abordaje mínimamente invasivo, mediante cirugía video toracoscópica o robótica, con las que no se abre el tórax, lo que permite una recuperación muy rápida del paciente con una estancia corta en el hospital. Por su parte, el doctor Entrenas insiste en que evitar la exposición al tabaco evitaría el desarrollo de cáncer de pulmón, por lo que es “de vital importancia incidir en la promoción del abandono del hábito tabáquico como estrategia para reducir la mortalidad por esta enfermedad”.
Cáncer de vejiga
El cáncer de vejiga es el quinto tumor más frecuente en nuestro país, con más de 20.000 nuevos diagnósticos en nuestro país, y se produce cuando las células que componen este órgano comienzan a crecer de manera descontrolada formando un tumor que, si no es diagnosticado a tiempo, puede llegar a invadir otras zonas de nuestro cuerpo lo que se conoce como metástasis. La causa más frecuente es el hábito tabáquico, según apunta el doctor Pablo Navarro, jefe del Servicio de Urología del Hospital Quirónsalud Marbella, cuyas sustancias al entrar en contacto con las células de la vejiga, producen mutaciones que provocan este crecimiento descontrolado.
El tipo más común es el carcinoma urotelial debido a que se localiza en la superficie que está más en contacto con la orina. A medida que el cáncer crece hacia otras capas de la pared de la vejiga, suele ser más difícil de tratar. “El tratamiento más habitual de este cáncer es a través de la uretra con un aparato denominado resector que nos permite ver el interior de la vejiga y eliminar las lesiones de una forma mínimamente invasiva”, explica el especialista.
En la mayoría de los casos, añade, con este simple procedimiento es suficiente, pero en otras ocasiones se necesitan realizar lavados de quimioterapia a través de una sonda para evitar la aparición de nuevas lesiones. “Sólo un pequeño porcentaje de pacientes necesitan una cirugía más extensa para tratar los cánceres de vejiga en estadio más avanzados. Tras la intervención es muy importante que el paciente no abandone las visitas periódicas al especialista a fin de detectar signos de que el cáncer está regresando o localizar nuevos tumores de vejiga”, explica el doctor Navarro.
Hay que destacar el altísimo índice de recuperación de las personas que tienen cáncer de vejiga cuando se diagnostica en sus primeros estadios. Lo cierto es que sus síntomas son tan visibles que las personas afectadas suelen acudir al especialista en cuanto las detectan. El signo más llamativo es la sangre en orina que produce un cambio en la tonalidad (naranja, rosa, o con menos frecuencia a rojo más oscuro. Otros síntomas son dolor o ardor al orinar y la necesidad de orinar inmediatamente (incluso cuando la vejiga no está llena).
Cáncer de la cavidad oral y la faringe
En este conjunto de tumores se agrupan aquellos localizados en la lengua, las amígdalas y la orofaringe, las encías, la base de la boca, los labios, las glándulas salivales menores (frecuentemente en la zona del paladar), y en el último año se detectaron más de 8.000 nuevos casos. La prevalencia es mayor en hombres que suelen duplicar la estadística frente a las mujeres, y la edad promedio de la mayoría de las personas que son diagnosticadas con estos tipos de cáncer es de 62 años. En un porcentaje muy bajo puede presentarse en jóvenes y es extraordinario que afecte a niños.
Según explica el doctor Primitivo de la Quintana, jefe de Servicio de Cirugía oral y Maxilofacial, Odontología y Ortodoncia del Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar, las principales causas vinculada a su aparición están relacionadas con hábitos de vida perjudiciales, como el consumo de tabaco y alcohol. “Las sustancias que componen el cigarro y los compuestos químicos del alcohol tienen una capacidad potencial de dañar las células que recubren la boca y garganta y provocar que, al reproducirse, se produzca una alteración del ADN originando la proliferación de células cancerosas. Otro de los factores que se ha comprobado influyente es el Virus del Papiloma Humano (VPH) especialmente en personas que no fuman y que consumen poco o nada de bebidas alcohólicas”, apunta.
El factor tiempo es crucial para garantizar el éxito en el tratamiento de las personas afectadas por cáncer de la cavidad bucal y faringe. “Como especialista debo insistir en la importancia de prestar atención a los síntomas relacionados con este tipo de cáncer. Los más habituales son: una úlcera en la boca que no se cura, dolor persistente en la boca, aparición de bulto o inflamación de la mejilla, florecimiento de mancha blanca o roja (encías, lengua, amígdalas…), sensación de dificultad constante para tragar, dificultad para mover la mandíbula o la lengua, incomodidad de la dentadura debido a mala adaptación, debilitamiento en la sujeción de los dientes, cambio en la voz, pérdida de peso o mal aliento constante”:
Una vez diagnosticado, la mayoría de los casos suelen precisar cirugía que puede implicar la extirpación de parte del hueso maxilar, de la mandíbula o la lengua. A esta cirugía le sucede habitualmente ciclos de sesiones de quimio y radioterapia hasta que se consigue la remisión del tumor. Superada esta etapa, se procede a la reconstrucción de la zona afectada para que el paciente recupere la calidad de vida anterior a la enfermedad. “En esta fase la tecnología juega un gran papel. Actualmente los Servicios de Cirugía oral y Maxilofacial, Odontología y Ortodoncia trabajamos con programas de planificación virtual con impresión 3D que ofrecen al paciente una visión precisa del procedimiento quirúrgico y los resultados que se obtienen con la intervención”, sentencia el especialista de Quirónsalud.
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