Investigación y Tecnología

Desmitificando el autismo para comprenderlo más allá de los estigmas sociales

Los niños autistas muestran un interés intenso y focalizado en ciertas actividades específicas

Los niños autistas muestran un interés intenso y focalizado en ciertas actividades específicas

El autismo es un término que ha cobrado una mayor atención en los últimos tiempos, pero aún envuelto en misterio y malentendidos para muchos. Vamos a intentar desmitificar viejas creencias y empezaremos por definir qué es el autismo. Se trata de un trastorno del neurodesarrollo que afecta a la comunicación, a la interacción social y al comportamiento de una persona. Pero es importante entender que el autismo no es una condición homogénea.

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un mundo de emociones intensas y profundas. Pueden ser altamente sensibles a los estímulos emocionales y sentir emociones de manera abrumadora. Esto puede manifestarse en respuestas intensas ante situaciones cotidianas o cambios en el entorno. Todo va a depender del grado de autismo que tenga diagnosticado, pero pueden experimentar, con la misma intensidad, alegría, amor, tristeza, ira, ansiedad y una amplia gama de emociones humanas.

¿Cuántos grados hay?

No hay una respuesta simple. El autismo se clasifica generalmente en tres niveles de apoyo necesarios. Lo que está claro es que todos requieren de un gran apoyo emocional y de comprensión como herramientas fundamentales para poder ayudarles en el manejo y gestión de sus emociones. Así que les va a favorecer y va a mejorar su bienestar emocional que se encuentren dentro de un entorno seguro y compasivo, donde se fomente la comunicación y donde se atienda a sus necesidades. 

  1. Nivel 1: Requiere apoyo.
  2. Nivel 2: Requiere apoyo sustancial.
  3. Nivel 3: Requiere apoyo muy sustancial.

Estos niveles reflejan la cantidad de asistencia que una persona puede necesitar en áreas como la comunicación, las habilidades sociales, la flexibilidad de pensamiento y el control de los estímulos sensoriales. Pero, independientemente, de las etiquetas y clasificaciones, cada persona con trastorno del espectro autista merece ser comprendido y aceptado en su totalidad, más allá de las limitaciones que el autismo pueda imponer.

Hablemos de los mitos

¿Cuántas veces hemos escuchado afirmaciones como "las personas autistas son genios matemáticos" o "las personas autistas carecen de empatía"? Es hora de desmitificar estas y otras ideas erróneas.

Primero, el concepto de que todas las personas autistas tienen habilidades extraordinarias en áreas específicas como las matemáticas es un estereotipo perjudicial. Si bien es cierto que algunas personas en el espectro pueden tener habilidades excepcionales en ciertos campos, no todas las personas autistas las tienen. Cada individuo es único, con fortalezas y debilidades propias, independientemente de su condición.

Segundo, el mito de la falta de empatía es completamente infundado. Las personas autistas pueden experimentar y expresar empatía de maneras diferentes, pero eso no significa que carezcan de ella. De hecho, muchas personas en el espectro tienen una profunda sensibilidad hacia los demás y pueden sentir empatía de una manera intensa, aunque a veces tengan dificultades para expresarla de la forma en la que la mayoría de las personas conocen o esperan que se haga.

El autismo no define a una persona. Es solo una parte de quiénes son, junto con todas sus otras cualidades, talentos y peculiaridades. Al mirar más allá de los estigmas y los mitos, podemos construir un mundo más inclusivo y compasivo para todas las personas, independientemente de su neurodiversidad.

En última instancia, el autismo es solo una forma diferente de experimentar el mundo, una lente única a través de la cual uno puede percibir y comprender la realidad. Al educarnos, mostrar empatía y aceptar la diversidad en todas sus formas, podemos construir una sociedad más justa y comprensiva para todos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios