Puede que cuando has estado resfriado hayas notado que solo puedes respirar por un orificio nasal. Sin embargo esto sucede siempre, pero no somos conscientes de que lo hacemos. Normalmente respiramos más por un orificio nasal que por el otro y se va alternando durante el día. 

Si prestas atención y te das cuenta de que estás respirando por el lado derecho, dentro de tres horas vas a estar respirando por el lado izquierdo. Se llama ciclo nasal que es el cambio del patrón de respiración nasal a lo largo del día. El tiempo puede variar entre tres horas o seis horas. Depende de la persona, pero durante ese tiempo, un lado de la nariz expulsa más o menos el 75% del aire y el lado contrario expulsa el 25%.

Esto sucede mucho cuando estás resfriado que respiras mejor de un lado que de otro, pasado un tiempo se libera y más tarde se vuelve a tapar, pero realmente no es que se haya tapado la nariz sino que el cuerpo va cambiando de orificio para respirar. 

Cómo funciona el ciclo nasal

El ciclo nasal se refiere al proceso en el que las fosas nasales alternan entre funciones de inhalación y exhalación para llevar a cabo diversas tareas importantes para el sistema respiratorio y el cuerpo en general.

La nariz cuenta con un tejido especializado que se hincha y se deshincha varias veces a lo largo del día. Esto se hace por el movimiento del flujo sanguíneo, provocando que un lado de la nariz se congestione a la par que descongestiona el lado contrario. 

Este ciclo nasal es controlado por el sistema nervioso autónomo, específicamente a través del sistema nervioso simpático y parasimpático, el cual regula la dilatación y constricción de los vasos sanguíneos en la mucosa nasal. La función de las fosas nasales es esencial para mantener la salud del sistema respiratorio y prevenir la entrada de partículas dañinas en los pulmones ya que se le da descanso durante unas horas. Mientras una de las fosas nasales está funcionando con normalidad, la otra se está recuperando de varias horas de trabajo.

Beneficios de respirar solo por una fosa nasal

Equilibrio nervioso: Al alternar la respiración entre cada fosa nasal, se estimulan los nervios parasimpáticos y simpáticos de manera equilibrada, favoreciendo sistema nervioso autónomo más estable y promoviendo la relajación y la calma. 

Armonización de la energía: Según la filosofía del yoga, se cree que existen canales de energía llamados nadis y la respiración alterna se utiliza para equilibrar y armonizarlos, mediante el cual se logra tener un flujo de energía más suave y equilibrado en el cuerpo.

Mejora de la concentración: La práctica regular de la respiración nasal alternante beneficia la  concentración y la claridad mental. Es una buena técnica de relajación para hacer antes de enfrentar algunas situaciones las cuales requieran foco y atención. 

Reducción del estrés y la ansiedad: La estimulación del sistema nervioso parasimpático durante la respiración alterna puede ayudar a reducir los niveles de estrés y ansiedad. La técnica se utiliza en algunos contextos terapéuticos para mejorar la respuesta al estrés.

Mejora del sueño: La respiración nasal alternante puede ayudar a calmar la mente y reducir la actividad mental, por lo que te va a ayudar a conciliar mejor sueño. 

Desintoxicación del cuerpo: Al alternar entre las fosas nasales, se puede favorecer la desintoxicación del cuerpo. Los procesos de intercambio entre la inhalación y la exhalación de cada fosa nasal tienen efectos específicos en el cuerpo, entre los que se encuentra la purificación del sistema y la capacidad de apreciar mejor los olores. 

Apoyo a la salud respiratoria: La alternancia entre las fosas nasales también puede ayudar a mantener un flujo de aire más equilibrado en los pulmones y las vías respiratorias, contribuyendo a una mejor salud respiratoria.