Trastornos mentales

Síndrome del impostor, el trastorno mental que afecta a Dani Martín desde hace dos décadas

Síndrome del impostor, el trastorno mental que afecta a Dani Martín desde hace dos décadas

Síndrome del impostor, el trastorno mental que afecta a Dani Martín desde hace dos décadas / D.S

Dani Martín deja la música por el momento. "Hasta luego, hasta siempre, hasta cuando surja de verdad. Gracias. Blockout (apagón)", concluye en un extenso mensaje compartido a través de sus redes.  Una decisión que llega después de la última gira del cantante durante un año alrededor del territorio nacional y en la que también ha rememorado sus inicios con la banda que le llevó a la gloria, 'El Canto del Loco'. El último nombre de su disco, 'Lo que me dé la gana', define a la perfección esta última etapa vital y musical de la vida del cantante, quién, en los últimos tiempos, ha hecho gala de su sinceridad y ha reconocido muchos de los complejos y problemas de salud mental con los que convive desde hace años. El cantautor español, reconoce en este último mensaje que  "emocionalmente no soy una persona muy equilibrada, sufro mucho", apunta. Entre los problemas que padece ha confesado llevar 22 años padeciendo el llamado 'síndrome del impostor'. ¿En qué consiste? Te lo contamos. 

¿Qué es?

El 'síndrome del impostor' es un trastorno psicológico en el que el paciente es incapaz de reconocer sus logros personales, sus éxitos o su valía personal. Debido a estos pensamientos, experimentan un miedo constante a ser descubiertos, como si fueran 'impostores' o un completo fraude. Estas personas, a pesar de la evidencia de sus habilidades, logros y éxitos, todo lo atribuyen a la suerte, la casualidad o a la valía de otros. Incluso si en realidad no eres un mentiroso, puedes sentirte como tal.

Otros expertos señalan que no se trata de un trastorno como tal sino de una serie de conductas que muchas veces se solapan con otros problemas psicológicos como la ansiedad social, problemas de autoestima, el exceso de pesimismo, etc. Lo que está claro es que experimentarlo puede afectar a muchos planos vitales,  tanto en lo profesional como en lo personal. Un dato curioso es que este trastorno es más habitual de lo que parece: según indica la profesora Valerie Young a BBC, ''siete de cada 10 personas lo han sufrido alguna vez en su vida''.

De hecho, en las palabras del propio artista se pueden intuir destellos de este trastorno. ''Soy una persona con tendencia a engordar, con ansiedad, con dificultad para concentrarme y ser capaz de aprender a tocar un instrumento musical de manera que yo considere correcta.'' Y continúa ''no soy un gran cantante, tampoco sé si lo hago bien y la verdad que hay algo que me sorprende: que 22 años después siga pasando todo esto con el síndrome del impostor tan grande que tengo; la verdad, me asombra.''. Esta última afirmación expone el grado de autoexigencia en el que estas personas nunca están conformes con ningún logro, nada parece suficiente.  

En este tipo de trastorno existen dos grados: el que desaparece con el tiempo y la propia experiencia personal, y otro más severo que termina por empeorar con el tiempo y la exposición a escenarios laborales o que implican algún tipo de presión o la consecución de un objetivo.

Así, según explican los psicólogos, este tipo de trastorno puede arrastrarse durante muchos años, incluso desde la propia infancia. De hecho, el propio artista lo padece desde hace 22 años. Para superarlo, el cantante lleva años en tratamiento psicológico para aceptarse a sí mismo y poder volver a disfrutar de esta nueva etapa de su vida.

Otro dato a destacar es que la incidencia del mismo tiene mayor prevalencia en personas exitosas o con un alto rendimiento. De hecho, en el panorama de las estrellas, personas de contrastado éxito, como las actrices Meryl Streep, Emma Watson o Natalie Portman e incluso Michelle Obama, han confesado que padecen este problema y que les ha afectado a lo largo de su vida. 

Síntomas y causas

Entre los principales rasgos que manifiestan este trastorno es común observar:

  • Demasiada autoexigencia o exceso de perfeccionismo en lo personal y lo profesional 
  • Falta de confianza en sí mismo a la hora de enfrentarse a la consecución de cualquier logro o que requiera una decisión u opinión externa
  • Muchas dudas (parálisis por análisis)
  • Atribuir el éxito a factores externos o al esfuerzo de otros 
  • Infravalorar las propias habilidades y no verse nunca suficiente o a la altura
  • Ansiedad por el miedo al fracaso o a no ser aceptado 

La mayoría de las personas que experimentan estos síntomas ven afectada su carrera profesional de alguna manera: sueldo bajo, menos promociones en la empresa, más dificultad al buscar empleo o no pasar del anonimato para no destacar y no exponerse a situaciones de contacto social o  en las que puedan juzgar sus habilidades. 

En cuanto a los síntomas, según la web psicologíanafria, las causas que pueden desarrollar esta trastorno pueden deberse a:

De acuerdo con Aida Baida, la doctora Young estableció cuatro posibles fuentes de origen del síndrome:

  • Haber sido objeto de numerosas críticas durante la infancia o comparaciones con algún miembro de tu familia 
  • Tener un bajo nivel de autoestima, sobre todo a causa de dinámicas familiares poco sanas o muy estrictas
  • Tener un expediente académico que no destaca sobre el resto.
  • Ser una persona muy insegura, puede ser por experiencias personales o a causa de algo vivido en el pasado (relaciones sentimentales, familiares, desengaños laborales...)
  • Una percepción errónea del éxito y el fracaso. Algunas personas se ponen metas inalcanzables o prácticamente imposibles de conseguir.
  • Otros problemas de ansiedad, por ejemplo, la fobia social (preocuparse a menudo de lo que puedan pensar otras personas, etc)

¿Cómo superarlo?

Sin duda, el primer paso para superar este 'trastorno' o esta serie de conductas, si empeoran o se prolongan en el tiempo, es buscar ayuda psicológica. La terapia suele girar en torno a la aceptación de los errores, a no preocuparse por lo que piensen los demás de manera tan limitante, esto también se consigue a través de ejercicios para la autoestima y la seguridad personal. En este proceso es relevante no compararse con nadie y dar gracias por tus propio progreso, valorando de manera objetiva los éxitos y los fracasos. 

Por otro lado, también es una buena terapia exponerse a situaciones que desencadenan este tipo de emociones negativas, así se les va perdiendo el miedo de manera progresiva o se enfrentan con menor ansiedad. Aceptar la incertidumbre y el fracaso forman parte de una mente sana. No se puede controlar todo, predecir todos los acontecimientos o hacerlo todo a la perfección.

Aceptar el aprendizaje y los beneficios del fracaso, ser analítico y ser consciente de cuándo piensas como un 'impostor', moderando esos pensamientos con hechos objetivos y estando orgulloso de uno mismo, serán todas las piezas claves para echarlo fuera de ti y escucharte de manera consciente y positiva. 

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