¿Qué provocan los antidepresivos?
Los antidepresivos se usan para tratar los síntomas de la depresión moderada a severa, que pueden variar desde tristeza prolongada, pérdida de interés en la vida, falta de alegría o emociones positivas, dificultad para concentrarse o insomnio.Los antidepresivos también funcionan para otros tipos de trastornos del estado de ánimo, como la ansiedad severa, los ataques de pánico, el trastorno obsesivo-compulsivo, el dolor crónico, los trastornos alimentarios y el trastorno de estrés postraumático.
Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) son los antidepresivos más recetados. Actúan inhibiendo la reabsorción de la serotonina, sin afectar a otros neurotransmisores. Son los que menos efectos secundarios generan e incluyen:
- Fluoxetine (fluoxetina)
- Citalopram
- Sertraline (sertralina)
- Paroxetine (paroxetina)
- Escitalopram
Pero, en general, los antidepresivos están destinados a corregir los desequilibrios químicos del cerebro responsables de los cambios en el estado de ánimo y el comportamiento. Dependiendo de cada tipo, actúan aumentando los niveles de unos neurotransmisores específicos en el cerebro, evitando que sean 'recaptados'. Sin embargo, sus efectos varían dependiendo de la condición psíquica y de otros factores que mencionaremos.
En este sentido, los antidepresivos también pueden causar ansiedad, agitación, hostilidad, irritabilidad o comportamiento impulsivo, sobre todo en algunos niños. Estos fenómenos pueden indicar un empeoramiento de la depresión o que el niño ha comenzado a tener pensamientos suicidas.
Sin embargo, los defensores de los antidepresivos niegan estos efectos y explican que estas tendencias ya podrían estar presentes antes de la toma de estos fármacos. Y explican que simplemente esto puede deberse a que los antidepresivos reducen los inhibidores del comportamiento y la conducta que promueven la verbalización de la idea suicida, suprimida antes del tratamiento debido a los efectos de la enfermedad.Factores de riesgo en el suicidio
La tendencia suicida está determinada por varios factores: sociales, culturales, psicológicos, biológicos, demográficos, familiares, laborales, experiencias de la infancia, y finalmente los rasgos de personalidad, que en conjunto influyen en el desarrollo de la conducta autolesiva desde la idea suicida hasta su consumación. Además, entre los jóvenes también está afectando el bullying y los problemas en el colegio o instituto, los problemas con la orientación sexual y el miedo al rechazo o la presión de estereotipos físicos que existe en torno a las redes sociales.
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