Los beneficios del calcio que no conocías que van más allá del fortalecimiento de los huesos
Investigación y Tecnología
Un nivel adecuado de calcio es fundamental para la coordinación y la respuesta rápida del sistema nervioso
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El calcio es un mineral esencial para el organismo, conocido principalmente por su papel en la formación y mantenimiento de los huesos y dientes. Sin embargo, su importancia va mucho más allá de la salud ósea. Interviene en funciones vitales como la contracción muscular, la transmisión nerviosa y la regulación de la presión arterial, por lo que si consumimos una cantidad adecuada de calcio, no solo vamos a prevenir enfermedades óseas como la osteoporosis, sino que potenciamos el bienestar de nuestro organismo.
Funciones del calcio en el organismo
El calcio desempeña un papel crucial en diversas funciones biológicas tales como la regulación de la contracción muscular. Los músculos necesitan calcio para contraerse y relajarse correctamente, lo que influye directamente en el rendimiento físico y en la prevención de calambres musculares.
Otra función importante del calcio es su participación en la transmisión de los impulsos nerviosos ya que actúa como mensajero en la comunicación entre las células nerviosas, permitiendo que los mensajes viajen desde el cerebro hacia el resto del cuerpo. Un nivel adecuado de calcio es fundamental para la coordinación y la respuesta rápida del sistema nervioso.
El calcio también contribuye a la coagulación sanguínea. Participa en una serie de reacciones químicas que permiten que la sangre coagule adecuadamente en caso de heridas o lesiones, evitando hemorragias excesivas. Además, su papel en la regulación de la presión arterial es clave para la salud cardiovascular, ya que ayuda a mantener la elasticidad de los vasos sanguíneos y a reducir el riesgo de hipertensión.
Beneficios del calcio más allá de la salud ósea
El consumo adecuado de calcio tiene efectos positivos en la prevención de enfermedades crónicas. Se ha demostrado que una dieta rica en calcio puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Esto se debe a que este mineral regula la contracción y relajación de los vasos sanguíneos, mejorando la circulación sanguínea y disminuyendo la posibilidad de desarrollar hipertensión arterial.
También se ha encontrado que el calcio puede desempeñar un papel en la prevención del cáncer de colon. Según la American Cancer Society, "en algunos estudios, los bajos niveles de calcio han sido asociados con un mayor riesgo de cáncer colorrectal. Otros estudios indican que el aumento de la ingestión de calcio podría reducir el riesgo de cáncer colorrectal".
En el sistema nervioso, el calcio es esencial para el funcionamiento adecuado del cerebro. Se ha observado que su deficiencia puede estar relacionada con trastornos neurológicos y alteraciones en el estado de ánimo. Un nivel insuficiente de calcio en el organismo podría aumentar el riesgo de padecer ansiedad y depresión, debido a su función en la regulación de neurotransmisores como la serotonina.
Alimentos ricos en calcio
Para obtener una cantidad adecuada de calcio es importante incluir en la dieta alimentos ricos en este mineral. Los productos lácteos, como la leche, el yogur y el queso, son fuentes bien conocidas de calcio. Sin embargo, existen muchas otras opciones para quienes no consumen productos lácteos o buscan variar su alimentación.
Las verduras de hoja verde, como la espinaca, la col rizada y el brócoli, contienen cantidades significativas de calcio. Además, las legumbres como los garbanzos, las lentejas y los frijoles también aportan este mineral y pueden ser una excelente alternativa para personas con dietas vegetarianas o veganas.
Las semillas y frutos secos son otra fuente importante de calcio. Las almendras, las semillas de chía y las de sésamo contienen altas concentraciones de este nutriente. Asimismo, el pescado con espinas comestibles, como las sardinas y el salmón enlatado, es una excelente opción para quienes buscan aumentar su consumo de calcio.
En el mercado también se pueden encontrar alimentos fortificados con calcio, como algunas bebidas vegetales, cereales y jugos. Estos productos pueden ser una alternativa para quienes tienen dificultades para alcanzar la ingesta diaria recomendada a través de fuentes naturales.
El calcio es un mineral esencial para el organismo y su importancia va más allá de la salud ósea. Participa en funciones vitales como la contracción muscular, la transmisión nerviosa, la coagulación sanguínea y la regulación de la presión arterial. Además, su consumo adecuado puede contribuir a la prevención de enfermedades crónicas, mejorar la salud cardiovascular y favorecer el bienestar mental. Incluir en la dieta alimentos ricos en calcio es fundamental para garantizar un equilibrio nutricional y mantener el correcto funcionamiento del organismo a lo largo de la vida.
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