Educación sexual

Los casos en los que no debes practicar sexo durante el embarazo

Los casos en los que no debes practicar sexo durante el embarazo

Los casos en los que no debes practicar sexo durante el embarazo

Durante mucho tiempo, las relaciones sexuales durante el embarazo fueron consideradas una práctica de riesgo, capaz de producir múltiples riesgos para el feto. De hecho, esta sigue siendo una de las dudas genéricas en el imaginario social, incluso para algunas mujeres que están en periodo de gestación. El sexo es salud, y precisamente es lo que da vida al deseo de ser padres.  Pero, ¿existen realmente contraindicaciones? 

Tu bebé en desarrollo está protegido por el líquido amniótico del útero, así como también por los músculos fuertes del útero mismo. Por tanto, tranquilos, la buena noticia es que la vida sexual de una mujer o una pareja puede seguir siendo estupenda y habitual incluso cuando hay un bebé en camino. De hecho, las mujeres se encuentran más fuertes psicológicamente, las relaciones con la pareja funcionan mejor y se afrontan mejor los cambios en el entorno.

Eso sí, al principio, por culpa de los cambios hormonales y algunos síntomas (náuseas, dolor de los senos, etc) se puede perder el apetito sexual; en el segundo trimestre se recupera la libido y en el tercer trimestre, por el gran cambio físico, se puede volver a perder el deseo.

LAS EXCEPCIONES 

Aunque son pocas y no suelen tener consecuencias graves, hay que tener en cuenta algunos apuntes para que no se convierta en una contraindicación. No se recomienda tener sexo o extremar la precaución en los siguientes casos: 

-Enfermedad o patología:  Como norma general, los médicos prohíben tener sexo en el embarazo si la mujer padece una patología que cause sangrado genital. Tanto si estos se producen durante el coito como si ocurren en cualquier momento, de forma espontánea, las relaciones sexuales con penetración están contraindicadas

-Problemas con la placenta:  Se desaconseja en los casos en los que la placenta cubre parcial o totalmente la abertura cervical (placenta previa)

-Parto prematuro:  Si se tienen antecedentes de parto prematuro o sospechas del mismo, el orgasmo puede provocar contracciones que podrían ser perjudiciales.

-Incompetencia cervical: El cuello del útero incompetente, que también se llama insuficiencia cervical, sucede cuando el tejido cervical débil causa un parto prematuro o la pérdida de un embarazo

-Rotura de bolsa amniótica: Es extremadamente raro que pase antes de la semana 36 de gestación, pero si las contracciones producidas por el orgasmo son muy intensas, podrían llegar a desencadenar un trabajo de parto e, incluso, la rotura de la bolsa amniótica. Eso sí, no hay que decir que una vez se ''rompen aguas'' no se pueden mantener relaciones por el riesgo de infecciones para ambas partes.

-Amenaza de aborto: En los casos en los que existe una amenaza de aborto, en general, se prescribe reposo absoluto en cama y evitar las relaciones sexuales.

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