No hay ningún momento en que se pueda beber alcohol durante el embarazo sin correr riesgos. Sin embargo, muchas veces se tiene la creencia normalizada de que 'una cervecita' o 'un par de copitas de vino', son indefensas. Pero debes saber que la única forma de evitar los riesgos relacionados con el alcohol para el feto es abstenerse de beber alcohol durante el embarazo. Los estudios a lo largo de los años son claros al respecto, pero una nueva investigación lo ha vuelto a confirmar.  Llevado a cabo por la Universidad de Sydney, sus investigadores han hallado que incluso los niveles bajos de consumo de alcohol durante el embarazo pueden tener un impacto en el desarrollo cerebral de un niño y están asociados con mayores problemas psicológicos y de comportamiento en los jóvenes, como ansiedad, depresión y falta de atención.

El trabajo buscaba conocer el verdadero impacto del consumo bajo de alcohol durante el embarazo en el desarrollo infantil algo que hasta la fecha ha sido algo relativamente desconocido y, de hecho, ha derivado en un amplio debate sobre si existe un nivel seguro de consumo.  Hasta ahora, estaba comprobado que una gran ingesta de alcohol es dañina para la salud y aumenta el riesgo de sufrir un ictus, pero algunos estudios habían sugerido que beber pequeñas cantidades podía ser bueno para la salud mientras otros determinaron que no había ningún nivel de consumo seguro.

50% no saben que están embarazadas

Con una muestra de 9,719 jóvenes, este es el estudio más grande que se ha realizado para investigar los impactos del consumo bajo de alcohol durante el embarazo. Para el estudio, se consideraron como niveles bajos de consumo de alcohol de una a dos bebidas ocasionalmente con un máximo de seis bebidas por semana.

El hallazgo más importante, y que se podía presuponer, es que no encontraron un nivel seguro de consumo concluyente, pero los hallazgos sugieren que beber o fumar en las primeras etapas y luego dejar de hacerlo, o hacerlo a niveles bajos, moderados o altos, impacta en el desarrollo del cerebro de los recién nacidos.

''Este estudio es muy importante porque en Australia, alrededor del 50%  de las mujeres beben alcohol antes de saber que están embarazadas y el 25% lo hace después de saberlo. La gran mayoría consume una o dos bebidas estándar por ocasión, lo que según este estudio es suficiente para impactar el cerebro del bebé'', dijo la autora principal, Briana Lees.

Durante el estudio, el número estimado de bebidas consumidas durante el embarazo osciló entre 0 y 90, con un promedio de 27. La mayoría de las bebidas se consumieron en las primeras 6-7 semanas antes del conocimiento del embarazo. 

En el estudio, el 25% de los niños habían estado expuestos al alcohol en el útero, el 60% de estos niños habían estado expuestos a niveles bajos de alcohol y el 40% habían estado expuestos a niveles más elevados. La exposición más intensa es tres o más bebidas por ocasión o siete o más bebidas por semana.

RESULTADOS

Estos fueron los principales resultados:

-Los niños que estuvieron expuestos a niveles bajos de alcohol en el útero en cualquier momento durante el embarazo experimentaron más problemas psicológicos / emocionales (incluyendo ansiedad, depresión y retraimiento) y problemas de comportamiento (incluyendo poca atención y ser impulsivos) que los niños no expuestos. La dificultad, en este sentido, radica en que muchas mujeres no saben que están embarazadas en esa etapa temprana

-Hubo un 25%  más de probabilidad de un diagnóstico de trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en niños que estuvieron expuestos a niveles ligeramente más altos de alcohol (aproximadamente 36 bebidas) en las primeras 6-7 semanas de embarazo.

-Se observaron diferencias en el volumen cerebral y el área de superficie entre los niños expuestos que contribuyeron a los problemas psicológicos y de comportamiento.