Deterioro cognitivo leve: principales causas y factores de riesgo

Investigación y Tecnología

Las personas con deterioro cognitivo leve son capaces de cuidarse por sí mismas

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La falta de actividad mental es una de las principales causas del deterioro cognitivo
La falta de actividad mental es una de las principales causas del deterioro cognitivo / Freepik

Según la edición de 2022 de Datos y cifras sobre la enfermedad de Alzheimer de la Alzheimer’s Association, entre el 12% y el 18% de personas de la edad de 60 años o mayores están viviendo con daño cognitivo leve.

El deterioro cognitivo leve es una condición que provoca que quien lo padece experimente mayores dificultades de memoria o alteraciones en el pensamiento de lo que sería habitual para su edad. En otras palabras, implica un déficit cognitivo superior al esperado según la edad y el nivel cultural de la persona. No obstante, los síntomas no alcanzan la gravedad de los asociados con la enfermedad de Alzheimer u otras demencias.

Generalmente, las personas con deterioro cognitivo leve son capaces de cuidarse por sí mismas y de llevar a cabo sus actividades cotidianas habituales.

Si bien es cierto que hay una disminución temprana en las capacidades cognitivas como la memoria, el pensamiento, la atención, el lenguaje o las funciones ejecutivas, no interfieren de manera significativa en su vida diaria. Por ello, la persona mantiene su autonomía e independencia, a diferencia de lo que sucede en casos de demencia.

Principales causas y riesgos del deterioro cognitivo leve

Es difícil determinar las causas exactas del deterioro cognitivo leve porque aún se desconocen. Es una patología que tiene múltiples causas que se asocian con las primeras etapas del Alzheimer y otras patologías degenerativas. Veamos algunas de ellas:

  • Edad avanzada. El riesgo aumenta a medida que envejecemos
  • Genética. Las probabilidades aumentan si tenemos antecedentes familiares de Alzhéimer u otras demencias, así como tener un tipo de gen denominado APOE e4, aunque esto no significa el desarrollo de un deterioro cognitivo.
  • Sufrir enfermedades cardiovasculares.
  • Si tenemos otros problemas de salud como la diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia, obesidad, apnea obstructiva del sueño o un tumor, también abren camino a la entrada de un posible deterioro cognitivo en el futuro.
  • Estrés, depresión o pensamientos negativos.
  • La falta de actividad mental y/o social estimulante.

Cómo nos damos cuenta

El deterioro cognitivo leve se manifiesta con una disminución de las capacidades cognitivas, aunque estos no interfieren de manera significativa en la vida cotidiana del afectado.

Uno de los síntomas más comunes es la pérdida de memoria, especialmente para recordar eventos recientes, fechas importantes o conversaciones recientes. También es frecuente la dificultad para concentrarse o prestar atención durante períodos prolongados, lo que puede complicar la realización de tareas que requieren enfoque.

Además, pueden presentarse problemas con el lenguaje, como dificultad para encontrar palabras específicas durante una conversación o un menor flujo verbal. Otros síntomas incluyen problemas para planificar y organizar, que afectan la capacidad de manejar actividades cotidianas, como pagar facturas o seguir una receta.

Es posible que la persona experimente una disminución en la capacidad para tomar decisiones o resolver problemas. Asimismo, pueden aparecer alteraciones leves en la orientación temporal o espacial, como olvidar fechas o lugares conocidos.

Aunque estos síntomas son perceptibles tanto por la persona afectada como por sus allegados, no son lo suficientemente graves como para impedir que el individuo mantenga su autonomía. Sin embargo, el reconocimiento temprano de estos signos es crucial para el seguimiento y posible intervención médica.

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