"La pandemia del COVID-19, y la propagación anterior del SARS, el Ébola y el Zika, muestran cómo un virus que salta de los animales a los humanos puede tener efectos masivos'' apunta Sam Scheiner, director de programa de la Fundación Nacional de la Ciencia (NSF) de Estados Unidos, que financió la investigación. "Esta investigación muestra cómo los movimientos e interacciones de los animales debido al calentamiento del clima podrían aumentar el número de virus que saltan entre especies".

En conjunto, el estudio sugiere que el cambio climático se convertirá en el mayor factor de riesgo de aparición de enfermedades, por encima de cuestiones más destacadas como la deforestación, el comercio de especies silvestres y la agricultura industrial. Los autores afirman que la solución es combinar la vigilancia de las enfermedades de la fauna salvaje con estudios en tiempo real del cambio medioambiental.