La vacunación, pese a lo que digan las 'malas lenguas', es una historia de éxito. Más aún si consiguen erigirse como 'curas', en lugar de 'escudos'. En este sentido, solo existe una que logró este hito, la primera del mundo: la de la viruela. El 8 de mayo de 1980, el mundo fue oficialmente declarado libre de viruela, una enfermedad contagiosa que afectó a millones de personas durante miles de años y que sólo en el siglo XX acabó con la vida de 300 millones de personas. En Europa podía llegar a matar más de un millón de personas por año, una cifra desorbitada para la población de la época. Un tema que resulta casualmente de actualidad, ya que tras décadas exterminada, una enfermedad 'hermana', en versión de reservorio animal, ha vuelto a acaparar el centro de la opinión pública, y de la preocupación de las autoridades sanitarias. Se trata de la 'viruela del mono'. 

Se trata de una enfermedad poco común, más concretamente un virus endémico de África central y occidental, de la familia de la viruela que entró recientemente en Europa con varios casos en Reino Unido, algunos de los cuales tras un viaje a Nigeria, y la mayoría de ellos en hombres que habían mantenido relaciones sexuales con otros.  En España, los casos ya se elevan a 23. 

El último brote endémico de viruela se declaró y contuvo rápidamente en Somalia en 1977. Gracias al eficaz Programa de Erradicación de la Viruela se obtuvieron instrumentos y conocimientos fundamentales sobre la vigilancia de la morbilidad, los beneficios de la vacunación en anillo (que consiste en vacunar a todas las personas que han estado en contacto con algún infectado, creando así un anillo de protección) y la importancia de la promoción de la salud en la lucha contra enfermedades.

Sin embargo, en los últimos años se había llamado la atención por el incremento de casos y la aparición creciente de estos en países no endémicos, pero la presentación de múltiples casos en un breve periodo de tiempo resulta un evento extraordinario. Ahora, España ha comprado dos millones de estas vacunas como medida preventiva para proteger frente al brote de esta enfermedad infecciosa.

¿Tienen inmunidad frente a este nuevo brote las personas que se vacunaron años atrás?

Los expertos indican que la viruela de los monos no se transmite fácilmente entre humanos y el riesgo general al público es muy bajo y autolimitado. Sin embargo, también advierten que la población es más vulnerable en el caso de una 'transmisión comunitaria', que ya han mencionado las autoridades de Reino Unido, ya que las campañas de vacunación generalizadas se eliminaron hace décadas. Esto quiere decir que no existe una inmunidad en muchos grupos de edad. 

A medida que la viruela se fue eliminando hasta alcanzar su erradicación, la vacunación contra la misma se fue deteniendo de manera progresiva. En el Reino Unido, por ejemplo, se retiró en 1971, en Estados Unidos en 1972 y en España en 1980. Por lo tanto, es posible que el porcentaje de la población adulta que ya recibió la vacuna de la viruela en su día goce también de cierto nivel de protección frente a la viruela del mono.

La vacuna de la viruela ofrece una protección de hasta el 85% (según el CDC) y reduce tanto la transmisión como la severidad. Es decir, la generación nacida antes de aquella fecha, los ochenta, probablemente se encuentre altamente protegida frente a este nuevo brote.