Las garrapatas están ampliamente distribuidas por todo el planeta y a su propiedad de parasitar se une la propiedad de que son huéspedes intermediarios de diferentes procesos infecciosos, entre ellos el de la enfermedad de lyme o  el virus hemorrágico de Crimea-Congo. En este sentido,si bien su popularidad no es precisamente positiva y están considerados parásitos repulsivos, la ciencia ha encontrado una clave en su organismo que podría comvertirlas en aliadas de la salud. Una proteína, llamada Votucalis,que se encuentra en la saliva de las garrapatas podría convertirse en un fármaco que alivie el dolor crónicoy el picor en las personas que sufren patologías como dermatitis atópica, psoriasis, artritis, diabetes, ciática, o lesiones en la espalda.

En concreto, esta proteína se ha encontrado en la saliva de la garrapata de oreja marrón (Rhipicephalus appendiculatus) la que secreta esta proteína en su huésped cuando se alimenta de forma que éste no se da cuenta de que ha sido picado.

Los hallazgos de las universidades de Durham y Newcastle, publicados en la revista «Frontiers in Pharmacology», podrían conducir a un reemplazo de los analgésicos tradicionales, como los opioides, que pueden ser ineficaces, tener efectos secundarios graves y ser adictivos.

El doctor Paul Chazot, del departamento de Biociencias de la Universidad de Durham, Reino Unido, recuerda que el Instituto Nacional para la Excelencia en Salud y Atención (NICE, por sus siglas en inglés) ha recomendado que los analgésicos opioides y gabapentinoides actuales no se prescriban a pacientes recién diagnosticados con dolor crónico, excepto los que padecen cáncer.

VOTUCALIS COMO FÁRMACO

Votucalis es un medicamento biológico que actúa uniendo la histamina, producida en el cuerpo, con alta afinidad y, por lo tanto, evita que la histamina active sus cuatro receptores de superficie celular resultando en respuestas reducidas de picazón o dolor crónico.

''Estas son condiciones que traen una gran cantidad de miseria, y la medicación actual muestra una eficacia limitada y, a menudo, también puede ser perjudicial para los pacientes'', afirmó la coautora del estudio, la Dra. Ilona Obara.