Una dieta en la que alimentos poco saludables como los ricos en grasas trans, en azúcares refinadas, en almidón refinado o en sodio tengan mucha presencia podría provocar inflamación, lo que se traduciría en la aparición (o el empeoramiento) de algunas enfermedades como la obesidad, la diabetes u otras relacionadas con el corazón. Por lo tanto, el consumo de las comidas precocinadas, la bollería industrial o las carnes rojas debería limitarse.

Para controlar la inflamación el mejor arma es la dieta, y dentro de la mediterránea encontramos muchos alimentos que nos serán muy útiles en este aspecto. Algunos ejemplos son los pescados azules, las verduras, los cereales integrales o el aceite de oliva. Aunque hay unas opciones que también serían muy recomendables, sobre todo en esta época del año.

La Universidad de Harvard ha publicado en su portal de salud un artículo en el que exponen los mejores alimentos antiinflamatorios que podemos consumir en otoño. Según la publicación, una de las mejores opciones es una manzana crujiente, aunque también mencionan al repollo, a la coliflor, al ajo, a la calabaza de invierno, a la chirivía, una hortaliza con un alto contenido en potasio, a los guisantes, al jengibre y a todo los tipos de lechuga.

Además, también se recomienda antes de consumir un alimento, plantearse si hay una opción que sea más saludable en ese sentido. Por ejemplo, sustituir una ración de patatas fritas por una batata al horno. Estos pequeños cambios en la dieta podrían generar grandes beneficios en nuestro organismo a largo plazo.

Las infusiones también nos ayudarán a reducir la inflamación

Entre la cantidad de efectos positivos que tienen las infusiones encontramos que, muchas de ellas, también ayudar a reducir la inflamación, por lo que sería interesante añadirlas a nuestra dieta. El jengibre, por ejemplo, es muy positivo en este aspecto, así que beber un té utilizando a esta planta como ingrediente es muy recomendable.

El té verde también es aconsejable para combatir la inflamación, aunque esta bebida cuenta con otros muchos beneficios. Por ejemplo, favorece la quema de grasas y aporta energía, por lo que antes de realizar ejercicio físico sería un buen momento para tomarla. Además, esta infusión ayuda a reducir el colesterol 'malo', lo que disminuirá las posibilidades de sufrir una enfermedad relacionada con el corazón.

La infusión de cúrcuma también contiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, además de facilitar la digestión y prevenir la acumulación de las grasas. El ingrediente que protagoniza este té también puede mezclarse, en vez de con agua, con leche vegetal, para así conseguir un sabor distinto. Añadir un poco de esta especia al café también es una práctica muy interesante que llevan a cabo muchas personas.