Abel Moreno: una leyenda viva de la música procesional

ENTREVISTA

El músico nacido en Encinasola es uno de los compositores más conocidos de la Semana Santa

Abel Moreno: una leyenda viva de la música procesional
Pablo Lastrucci

20 de noviembre 2021 - 12:01

Abel Moreno Gómez es considerado uno de los más grandes compositores de marchas procesionales del siglo XX, junto a otros nombres como López Farfán, Gámez Laserna, Pedro Morales o José Albero. A sus 77 vive entre Sevilla y Encinasola, su pueblo natal. Allí tiene un museo propio donde caben dos trasteros de valiosos recuerdos, los que durante años han permanecido bajo llave entre Zaragoza y Matalascañas, otros dos destinos que forman parte de su vida.

"Tengo mucho cariño a Sevilla, soy de Huelva pero casi toda mi vida militar y artística la he desarrollado en Sevilla... y para mí significa mucho", expresa Abel Moreno durante una entrevista concedida a este periódico. El onubense posee múltiples reconocimientos que avalan su impecable trayectoria, como la Medalla de Huelva y la de su provincia, entre otras tantas. Le falta la Medalla de Sevilla, ciudad que lo ha sido todo para él.

"Antes de llegar a Sevilla había estado destinado en Algeciras, otros siete años estuve en Pamplona y también en Zaragoza, once años. Cuando llegué a Sevilla traía una marcha, que es Virgen de Flores, dedicada a la patrona de Encinasola, y un pasodoble". Fue en la capital andaluza donde completa su formación y nacen sus mejores obras. "Yo me inspiro en Sevilla, en su Semana Santa, en su arte... Sevilla es lo máximo que hay. Yo soy de Huelva, y quiero mucho a Huelva, pero mi carrera artística la he desarrollado aquí. Sevilla es pura inspiración".

Tiene en su haber alrededor de 200 obras, aunque la más popular de todas es la que dedicara en 1987 a las cofradías de la madrugada del Viernes Santo de Sevilla: La Madrugá. Curiosamente esta pieza forma parte de la película Alatriste, rodada en 2006. "El director Díaz Yanes me pidió autorización para incluir esa marcha en la película". Llegado el verano interrumpió sus vacaciones para acudir al estreno de la cinta, con su señora, sin saber si finalmente habían incluido la marcha o no. "Cada vez que se oía una música ponía el oído, y decía: pues no es... Ya se ve que llega el final de la película y le digo a mi mujer: no la han puesto. Y justo en ese momento empezó a sonar La Madrugá".

En el patio de butacas se levantó un murmullo, en palabras del compositor. "Muchos dicen que es de lo mejor de la película, el momento más emocionante, lo que no sabe mucha gente es que uno de los regimientos que estaban ahí, en la batalla de Rocroi, era el Soria 9, y murieron casi todos". La partitura de esta marcha ha sido interpretada por todos los instrumentos habidos y por haber. El último en versionarla ha sido el rockero utrerano Joey Deadcat. "Si con otro tipo de música se llega también a la gente, pues bienvenido sea".

A lo largo de su carrera militar ha dirigido bandas militares en Zaragoza, Algeciras, Pamplona o Madrid, pero decir Abel Moreno en Sevilla es decir Soria 9: la mítica formación que dirigió entre 1984 y 1996, y con la que acompañó a las hermandades de La Paz, el Museo, los Estudiantes, los Panaderos, la Soledad de San Buenaventura y el Santo Entierro, entre otras.

Durante esos años deja un importante legado musical para nuestras cofradías. "Después de La Madrugá pues... Macarena, Hermanos Costaleros o Encarnación Coronada (con la salve cantada) que me decía el cardenal Amigo Vallejo: ¡maestro, usted ha conseguido lo que no hemos conseguido ni los cardenales ni los curas, hacer cantar a toda España!. Luego, aunque no es tan popular, le tengo mucho cariño a una marcha compuesta para la Defensión de Jerez, que se la dediqué a mi padre".

Abel recuerda cómo era aquella Semana Santa de finales del siglo XX y afirma que ahora todo ha cambiado mucho. "Hay más bulla y viene la moda de las sillitas en la acera. Ya no se puede cruzar por cualquier sitio y es mucho más difícil andar, menos para la gente joven. En cuanto a la música también ha variado mucho, para los directores era más agradable antes".

Durante una de esas estaciones de penitencia al frente de Soria 9, una monjita se le acercó y le preguntó: "maestro, ¿me puede tocar Hermanos Costaleros que nos lo ha pedido una hermanita que está enferma y se ha quedado en la residencia?". "Entonces cogí el papel y le dije: si se espera a las tres de la mañana puede escucharla en tal sitio. Qué cosa más absurda, ¿verdad?. Algunas veces me liaba la manta la cabeza y decía ¡pues claro, si está apuntada otra que se fastidien!".

"No está mal el diputado de banda, porque siempre hay que vigilar que una banda de música pudiese interpretar cosas que no son propias de la hermandad, si le dejáramos todo al libre albedrío, pero tampoco hay que marcarle todo el repertorio. Te ponen el listado de marchas y luego viene ese diputado de banda y te dice: maestro, vamos a cambiar la marcha porque los costaleros van muy cansados. Pero a mi nunca me han venido a preguntar cómo van los músicos, y el que sabe cómo van los músicos soy yo".

Hace apenas unos días, durante el regreso del Gran Poder de su Santa Misión, el Soria 9 interpretó su marcha Al Señor de Sevilla, compuesta en 1988. "Sentí mucha emoción. Yo estaba viendo que era la música que le iba al Gran Poder, porque se tocaron otras cosas, que son unas marchas muy bonitas y maravillosas pero, a lo mejor, toda la música no le cuadra al ese paso del Gran Poder, que parece que va andando por encima del público", concluye el maestro.

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