Patrimonio

El Museo del Santo Ángel se enriquece con nuevas donaciones y restauraciones

  • Una Virgen el Niño y San Juan Bautista Niño, atribuida al taller de Rubens, es la pieza más destacada

Cara de la Virgen perteneciente a la obra atribuida al taller de Rubens.

Cara de la Virgen perteneciente a la obra atribuida al taller de Rubens. / M. G.

El Museo del Santo Ángel, anexo al convento, continúa enriqueciéndose con nuevas obras. En esta ocasión, ha presentado una decena de piezas procedentes de donaciones y restauraciones de elementos ya en los fondos de la comunidad carmelita. Y que se podrán disfrutar hasta el 22 de octubre, cuando serán colocados en sus nuevos emplazamientos dentro del edificio de la calle Rioja.

El acto contó con la presencia del padre Juan Dobado, prior y director del museo, y Benito Navarrete, Catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Alcalá de Henares. Dobado define lo expuesto como "una pequeña muestra" de lo recibido por el convento del Santo Ángel en el último semestre. Hizo especial hincapié en que "la mayoría son atribuciones a autores y, por ello, queremos que se sigan estudiando". Un buen ejemplo de ello es la pieza más destacada de las recibidas: una tabla de la Virgen con el Niño y San Juan Bautista Niño. Esta pintura está atribuida, según confirmó Navarrete, al taller de Pedro Pablo Rubens. Esta pieza, como el resto, provienen de varias familias españolas, a las que Dobado agradeció su contribución a este museo sevillano, que espera confirmar los indicios y poder presumir de tener una obra de uno de los pintores más reconocidos de la historia del arte.

Navarrete, durante su intervención, destacó la "labor patrimonial" que está realizando la casa del Santo Ángel, a los que define como "pastores historiadores del arte". El docente defiende la necesidad de "compartir estas obras con la sociedad para crear una identidad colectiva" y habló sobre la importancia de que "los sacerdotes tengan nociones de historia artística". Navarrete también quiso destacar un Cristo Salvador, atribuido al italiano Mattia Pretti, del que hay otras dos obras en Sevilla: una el Palacio Arzobispal y otra en el Museo de Bellas Artes. A sus palabras se unieron los testimonios de los dos restauradores que han intervenido las piezas expuestas: Julio Alcaraz y Carles Salafranca. Ambos han realizado labores de limpieza y fijación de las policromías, recuperando las tonalidades originales y haciendo que luzcan en su máximo esplendor. "Los lienzos, al estar en altura colgados en las casas, han sufrido menos que las esculturas, que suelen estar más a mano", explican estos jóvenes expertos. 

A las mencionadas obras se unen otras como una pinturas del Varón de Dolores, tabla de hacia 1560 de escuela sevillana; el Niño Jesús Salvador, un pequeño lienzo que se relaciona con Roelas o Herrera el Viejo; y una Inmaculada del siglo XVIII. Al mismo tiempo, se presenta un Niño Jesús de escuela montañesina del siglo XVII o la Virgen del Socorro, está firmada y fechada en el reverso por Filippo Randazzo en 1734, pintor del barroco siciliano que decora las principales iglesias de Palermo. A la escuela flamenca del siglo XVI, concretamente al pintor Michiel Coxcie (1499-1592), pintor al servicio de Felipe II, se atribuye la pintura de Cristo cargando con la cruz, del que se conocen más versiones. Es una obra de gran belleza que parte de las composiciones de Sebastiano del Piombo. Por último, un bellísimo Niño Jesús que podemos atribuir con fundamento a Juan de Astorga (1779-1849), muy similar al de algunas otras creaciones del maestro.

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