El Palquillo

Proyecto Azarías: la ayuda de la Soledad de San Lorenzo a los alumnos del Polígono Sur de Sevilla

  • La hermandad ha dado clases de refuerzo a más de 30 alumnos desde 2017 y dos han ingresado en la universidad este curso.

Algunos de los alumnos asisten a una de las clases de refuerzo del proyecto Azarías de la Soledad de San Lorenzo.

Algunos de los alumnos asisten a una de las clases de refuerzo del proyecto Azarías de la Soledad de San Lorenzo. / M. G.

Una labor de acompañamiento y refuerzo para no decaer. Con estos importantes objetivos, la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo puso en marcha a finales del año 2016 una importante y novedosa acción social. El Proyecto Azarías, una iniciativa que se desarrolla en una de las zonas más deprimidas de Sevilla, el Polígono Sur, y que persigue que jóvenes que no se desenvuelven del entorno más adecuado para prosperar, puedan llegar hasta la Universidad, completando sus estudios.

En estos años de andadura, han sido más 30 los alumnos que han disfrutado de esta oportunidad. Cinco de ellos concurrieron a las últimas pruebas de acceso a la universidad y dos de ellos, consiguieron matricularse en Psicología y Magisterio."Que los alumnos consigan acabar el Bachillerato y vayan a la Universidad ya es un hito. El proyecto ya va sonando en el Polígono Sur. Allí hay jóvenes muy buenos, con mucho potencial, que por un motivo u otro abandonan sus estudios. Nosotros les damos todo el apoyo para no decaer en el esfuerzo", explica Ignacio Valduérteles, hermano mayor de la Soledad.

El proyecto, coordinado por Kevin Guzmán, abarca los colegios Romero Murube, Domínguez Ortiz y Polígono Sur. Allí, con la ayuda de los profesores, una empresa especializada selecciona a los alumnos de cuarto de ESO que cuentan con más posibilidades y disposición de continuar sus estudios con éxito. A partir de ahí, siempre con el beneplácito de los padres, comienzan las clases de apoyo y las tutorías para los chavales. En cuarto de ESO y el primer curso de Bachillerato, los alumnos reciben cuatro horas de clases de refuerzo en el propio instituto. En segundo de Bachillerato, se duplican las horas y acuden también, dos tardes a la semana, a una academia en Nervión.

Ignacio Valduérteles, hermano mayor de la Soledad. "Hay jóvenes muy buenos, con mucho potencial, que por un motivo u otro abandonan sus estudios. Nosotros les damos todo el apoyo para no decaer en el esfuerzo"

Para financiar este importante proyecto social y educativo, la Soledad cuenta, además de con sus propios recursos, con diferentes donantes, fundamentalmente empresas. Las necesidades financieras del presente curso se estiman en 20.000 euros. "Esta iniciativa es pura responsabilidad social corporativa. Las empresas tienen esa obligación y las hermandades son muy buenos gestores externos de esa responsabilidad que refuerza la imagen de la compañía. Sumando la capacidad de unos y el esfuerzo de otros, contribuimos a la mejora de nuestro entorno social", señala Valduérteles.

Uno de los alumnos haciendo las tareas durante las clases de refuerzo. Uno de los alumnos haciendo las tareas durante las clases de refuerzo.

Uno de los alumnos haciendo las tareas durante las clases de refuerzo. / M. G.

El proyecto Azarías cuenta también con un potente y muy preparado voluntariado. Hay 10 personas colaborando de manera permanente. Los tutores son todos profesores con una importante experiencia... "Está todo muy trabajado desde la base. Detrás hay un soporte pedagógico muy importante. El primer año sirvió de ensayo para mejorar", añade el hermano mayor. La idea de la Hermandad de la Soledad es que cada año se sumen nuevos alumnos que puedan completar sus estudios. "Evidentemente no vamos a solucionar el problema del Polígono Sur, pero le damos la oportunidad de labrarse un futuro a los que estén dispuestos", concluye Valduérteles.

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