Un altar con sentido catequético. Uno de los objetivos del arte barroco que la priostía de la Redención ha querido aplicar en el besamano de la Virgen del Rocío celebrado la semana pasada. Así se recoge en un vídeo que Miguel Ángel Crespo, hermano de la corporación del Lunes Santo, ha realizado y en el que participa el director espiritual de esta cofradía, Fernando Borrego, quien explica con todo detalle la composición de un altar efímero que no ha dejado indiferente a nadie y que recrea la escena de Pentecostés.

En su intervención, el sacerdote recuerda que "celebrar la Inmaculada es celebrar a María, la mujer tocada por el Espíritu Santo, el gran protagonista de este montaje". El Paráclito se situaba en el centro de un dosel, desde el que derramaba los siete dones, simbolizados en un candelabro de siete brazos -que en los templos judíos siempre está presente como testimonio de la presencia divina-, sobre su Iglesia, representada en María y los doce apóstoles. También destacan las referencias a Moisés y los diez mandamientos así como al arca de la lianza, referencias incluidas en pequeñas pinturas (caprichos) situadas en los laterales del altar. Por último, a los pies de la Virgen del Rocío se sitúa la media luna sobre sus pies, una alusión al calendario lunar hebreo que quedó detenido con la Redención que comenzó, precisamente, con María. 

Con este vídeo la corporación de Santiago se suma a una nueva tendencia, iniciada hace pocos años por otras corporaciones, en la que se explica el sentido litúrgico de los altares. En definitiva, otra forma de llevar la catequesis -y por tanto, la formación- a los cofrades a través de las nuevas tecnologías.  

El besamano recreaba la escena de Pentecostés.