San Benito no volverá por la calle Águilas ni pasará por delante de la Casa de Pilatos el próximo Martes Santo. La cofradía cambiará su recorrido de regreso tras el acuerdo alcanzado con el resto de hermandades de la jornada para una nueva configuración con la que se intenta resolver los problemas detectados la última Semana Santa con cortejos penitenciales, la de 2019. Unas modificaciones aprobadas por el Consejo de Hermandades y Cofradías. 

De esta forma, una vez que la cofradía salga de la Catedral, iniciará el itinerario de costumbre por la Plaza de la Virgen de los Reyes, Cardenal Amigo Vallejo, Alemanes, Argote de Molina, Francos, Cuesta del Rosario y Jesús de las Tres Caídas. 

Una vez en la Plaza de la Alfalfa, en lugar de girar a la derecha y adentrarse en la calle Águilas para buscar desde allí la antigua Puerta de Carmona, lo hará dando un rodeo con el que ayudará a congestionar una zona en la que a esa hora se encuentra entrando la cofradía de San Esteban. 

Así, cruzará la Alfalfa y se dirigirá hacia la calle Odreros, Boteros y Zamudio para llegar a la Plaza de San Leandro. Desde ahí pasará por Cardenal Cervantes para desembocar por Santiago y llegar a Muro de los Navarros, para luego transitar por la Plaza San Agustín y retomar ya su recorrido por Luis Montoto, hasta su entrada en la sede canónica. 

Este recorrido es bastante similar al que ya realizó la hermandad en la procesión extraordinaria de regreso de la Catedral en diciembre de 2019, con motivo del 25 aniversario de la coronación canónica de la Virgen de la Encarnación. Salvo que en aquella ocasión el cortejo llegó hasta la Plaza del Cristo de Burgos. Fue la última vez que se vio un palio en las calles sevillanas antes de la pandemia del Covid-19.