El Señor de Pasión será sometido a una intervención 23 años después de la gran restauración que realizaron los Cruz Solís en la Cartuja. Se trata de una actuación de "carácter preventivo" para eliminar unas leves fisuras en la peana, consolidar los ensambles de los hombros, instalar sistemas se sujeción para la corona de espinas y las potencias y reintegrar unas pérdidas de policromía en el talón del pie derecho. La Comisión Provincial de Patrimonio ha dado el visto bueno a una actuación que será acometida en el mes de julio por Enrique Gutiérrez Carrasquilla, que ya restauró a la Virgen de la Merced y otras imágenes de la hermandad.
La imagen presenta un buen estado de conservación y se ha comprobado que los ensambles de la intervención de 1995 están en perfecto estado de adhesión, no habiéndose detectado movimiento alguno en las uniones de las diferentes piezas. En cuanto a los elementos que necesitan ser intervenidos, se ha apreciado leves fisuras en la peana, que son las propias que producen los movimientos de la madera. Las palometas de presión de los brazos en la unión con los hombros han dañado el borde de la oquedad donde se insertan. Otra zona dañada es el cabello de la nuca, en el lugar por donde se introduce el tornillo de sujeción de la corona de espinas. Igualmente, las potencias han dañado la zona donde se insertan al carecer de sistema de sujeción e introducirse directamente en la madera de la cabeza. Finalmente, el talón del pie derecho del Señor presenta pérdida de policromía generalizada por abrasión de los besapies.
El informe de intervención tiene previsto evitar más daños provocados por el movimiento de los brazos, las potencias y la corona, mediante una intervención de carácter preventivo y estético que consiste en el ajuste y consolidación del sistema de articulación de los brazos, evitando el uso de elementos metálicos con excepción de los elementos de presión. También se contempla la colocación de sistemas de sujeción de las potencias evitando que se inserten directamente en la cabeza, y la colocación de un nuevo sistema para la sujeción de la corona de espinas en la nuca, el reintegro de la pérdida ocasionada por la palometa de la articulación del hombro derecho, la fijación de los estratos de la policromía de las manos, y el reintegro de las lagunas puntuales de policromía ocasionadas en los dedos por el roce de la cruz.
Están documentadas cinco intervenciones parciales en la imagen desde 1841. En 1974 se sometió a la primera intervención integral y cuyos resultados fueron discutibles, pues a la larga acarreó graves daños a la estructura de la imagen debido al uso e introducción de elementos metálicos, y no fue hasta 1995 cuando se sometió a otra importante intervención en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) para subsanar los daños ocasionados por la anterior.
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