En buen estado de conservación. Se trata de la conclusión que se extrae del informe publicado por la Hermandad del Silencio en el boletín de septiembre tras someter el pasado junio a su titular, Jesús Nazareno, a un TAC y radiografías en el centro médico Arduán, en Bellavista. Este trabajo responde a uno de los proyectos patrimoniales aprobados por la junta de gobierno que dirige Eduardo Castillo Ybarra. 

El citado informe lo redacta el licenciado en Conservación y Restauración Fernando Aguado, hermano de la corporación y quien ha dirigido dichas labores. En el escrito recuerda que el último estudio a la sagrada imagen -tras la intervención de Francisco Peláez del Espino en 1979- lo acometió el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) en 1999. "Desde entonces no se había realizado un completo estudio para contrastar la evolución de las patologías que ya presentaba hasta la fecha", explica. 

Con tal fin, Aguado examinó la imagen tras la Semana Santa, cuando propuso al hermano mayor una tomografía axial computerizada (TAC) y radiografías para conocer el estado de conservación actual de la talla. Una vez que el cabildo de oficiales dio el visto bueno, la imagen de Jesús Nazareno fue trasladada al referido centro médico la noche del 26 de junio. 

Un cajón cedido por el Valle

Se hizo en un cajón cedido por la Hermandad del Valle y provisto de todas las medidas de seguridad necesarias. El Señor fue anclado mediante unos orificios al habitáculo. Estaba desprovisto de cruz, corona de espinas y potencias. Llevaba las manos atadas con un cordón morado y vestido únicamente con un camisón blanco, como se detalla en el informe. Dentro de la comitiva que acompañó a Jesús Nazareno en este traslado íntimo se encontraba Ignacio del Rey, párroco de Aznalcóllar y hermano de la corporación. 

Imagen lateral del busto de Jesús Nazareno, tomada en el TAC.

Como explica el restaurador, la tomografía axial computerizada, que tanto se usa en Medicina para el cuerpo humano, ofrece una información muy completa en las esculturas al hacer exploraciones desde tres planos: axial, lateral y frontal. El resultado es dividir a la imagen en miles de imágenes con las que se consigue un plano completo de su interior, por lo que se logra la reconstrucción volumétrica en 3D. "Esto ha permitido saber cómo es con exactitud su construcción, ya que se han obtenido datos objetivos mucho más completos que los que ofrecen las radiografías", abunda Aguado. 

Gracias al TAC se han conocido las dimensiones de los costeros de madera y el dibujo de sus anillos, cómo están ensamblados, cuántos y dónde están localizados los elementos metálicos que tiene así como sus medidas y hasta dónde llegan las espigas de los brazos y sus sujeciones. Incluso se aprecian los huecos donde hubo elementos metálicos o de madera que tenía y fueron extraídos. De igual modo, ofrece datos de la densidad de los estratos de estuco y policromía si éstos contienen materiales que absorben mucha radiación. Tras esta prueba, se llevó el Señor a la sala de radiografías para completar "el mapa de rayos de su cuerpo", para lo que se realizaron placas desde la cabeza a la peana. 

Sin gravedad

La información obtenida determina que la imagen no presenta movimiento respecto a la peana, que goza de buen estado estructural. La fisuras que tiene a nivel interno en la cintura, pierna izquierda en la zona del gemelo y espalda se corresponden con las líneas de ensambles transversales y longitudinales que componen el conjunto de piezas de madera con las que la talla está construida, sin que revistan gravedad. Las piezas principales que constituyen la imagen son la que discurre desde la cabeza a la cintura, otra intermedia y la que se corresponde a franja que engloba desde los muslos al ensamble de las piernas.

Tamografía realizada en uno de los brazos y mano de Jesús Nazareno.

Respecto a la policromía -analizada con espectro de luz ultravioleta- en el caso del rostro se conserva casi sin repintes, lo cual facilitaría una limpieza controlada "sin cambiar su expresión". Las manos tienen varios roces por el efecto de la cruz, así como multitud de pequeñas pérdidas de estuco y policromía. Presenta un aspecto en general muy oscurecido en comparación con el rostro, debido a "barnices torcidos y patinas aplicadas en las intervenciones anteriores". Las piernas, desde la rodilla a los pies, conservan la policromía primitiva oscurecida por pátinas y depósitos superficiales. En este punto, el informe recuerda que el resto del cuerpo lo repolicromó Peláez del Espino. 

Con estos resultados, como refiere el hermano mayor del Silencio en el escrito que abre el boletín de septiembre, se concluye que "la imagen se encuentra en un buen estado estructural, por lo que, en este aspecto, no es necesaria ninguna intervención en la misma a corto plazo".