Restauración

Las Aguas retira del culto al crucificado para iniciar su restauración

  • La talla de Antonio Illanes permanecerá cinco meses en el taller de Musae 

  • Su regreso se espera para finales de este año 

Musae se encargará de devolverle a esta imagen todo su esplendor

Musae se encargará de devolverle a esta imagen todo su esplendor / Víctor Rodríguez

La Hermandad de las Aguas ha retirado del culto a su titular cristífero, el Santísimo Cristo de las Aguas, en la mañana de este mismo martes con motivo de la restauración a la que será sometido durante los próximos cinco meses en el taller de Musae. De este modo, la imagen de Antonio Illanes permanecerá durante un tiempo lejos de la capilla del Rosario del Dos de Mayo, estando prevista su vuelta para finales de año. 

Los hermanos de las Aguas aprobaron esta restauración en la noche del pasado lunes día 27 de junio, debido a que la imagen comenzaba a presentar inestabilidad de materiales y una evolución desfavorable del deterioro de algunas grietas localizadas principalmente en las uniones de los brazos al torso, así como otras localizadas en el paño de pureza. Estas grietas están fracturando la policromía causando pérdidas puntuales de la misma. Además, se observa un oscurecimiento generalizado de la superficie y la oxidación de los materiales aplicados como protección final de la policromía.

En esta restauración participará un equipo multidisciplinar de especialistas de diferentes campos, que aunará esfuerzos para llevar a cabo el proyecto de restauración de la imagen. Habiéndose realizado ya recientemente estudios de Rayos X para conocer el estado estructural y en profundidad del Crucificado, se completarán con otros estudios de fluorescencia visible de luz ultravioleta y luz rasante. Éstos permitirán, además, un conocimiento más detallado de los daños externos que presenta la obra.

Con respecto a los procesos de conservación y restauración que se desarrollarán, se retirará toda la suciedad acumulada, barnices oxidados y reintegraciones anteriores dejando visible la policromía original con las pátinas que aún conserve, que seguidamente se consolidará. Además, se sanearán las grietas y aberturas que presenta en el soporte de madera a lo largo de la talla, especialmente en las uniones de piezas presentes en los brazos y el paño de pureza. Este deterioro es propio de los crucificados, cuyas uniones de extremidades superiores con el torso sufren importantes tensiones al soportar estructuralmente parte del peso de la talla. Asimismo, se reintegrarán las pérdidas de policromía original con técnicas al agua, estableciendo criterios de diferenciación con el original conforme a las leyes y Cartas del Restauro en las que se apoyan los profesionales de la conservación y restauración del Patrimonio.

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