¿Cuál es la marcha más antigua dedicada a la Esperanza de la Trinidad?
Antonio Pantión compuso en 1971 la marcha "Esperanza Trinitaria", una de sus predilectas
Suele interpretarla la Oliva de Salteras en sus diferentes acompañamientos
La Redención seguirá cuatro años más acompañando al misterio de Bellavista
Es la Trinidad -nada descubrimos- una cofradía con una historia apasionante: desde sus orígenes casi legendarios, allá por la Ronda y los hortelanos de la Puerta del Sol, hasta su configuración actual con tres pasos, pasando por sus tres advocaciones tan simbólicas y su sede canónica, un emplazamiento capital para comprender la evolución del cristianismo y la propia Semana Santa en la ciudad. Al ser extramuros, se convirtió durante siglos en un epicentro de peregrinaje y de expresiones públicas de piedad. Sus primeras reglas datan de 1555, pero Félix González de León la sitúa incluso antes, a principios del XVI.
Su apartado patrimonial también ha experimentado notables cambios a lo largo de su singladura histórica. Quizás uno de los más reseñables es la modificación de la iconografía del paso de misterio, puesto que en el año 1923 la Virgen de la Esperanza (advocación presente en la hermandad, con seguridad, desde mediados del XVII, si bien la imagen de Astorga es de 1819) es retirada del lugar que habitualmente ocupaba: a los pies del crucificado de las Cinco Llagas, en un único paso. En el año de 1924 procesiona por primera vez bajo palio, tal y como hace en la actualidad.
Precisamente, en aquel año de 1924 compone Manuel López Farfán su celebérrima Pasan los campanilleros, en un contexto de efervescencia creativa que cambia para siempre el devenir de la música procesional. El género y sus autores, sin embargo, no se detuvieron en la belleza inapreciable de la Virgen de la Esperanza hasta varias décadas después.
Hasta que emergió la figura de Antonio Pantión Pérez. El compositor, que nació en 1898, comenzó su producción musical ya con cierta edad, con 45 años, y de qué manera: con la icónica melodía de Jesús de las Penas, en el año 1943. Para la cofradía de San Vicente también compondría, con posterioridad, Tus dolores son mis penas, en 1970. Justo un año después, en 1971, el maestro que hoy nos ocupa firma la marcha Esperanza Trinitaria, que es la primera que se dedica a la dolorosa de la Trinidad. Puedes escuchar un fragmento en este enlace:
La partitura, clásica donde las haya, rezuma sencillez y alegría, popular pero cargada de buen gusto y elegancia, genial para acompañar al soberbio paso de palio de la Esperanza. Además, cuenta con un tema principal de lo más reconocible y con mucho poso. Aunque no suele escucharse o incluirse en el resto de repertorios de nuestra Semana Santa -como ocurre con otras partituras de calidad- la Oliva de Salteras sí la interpreta con cierta asiduidad en sus procesiones, por supuesto en la tarde del Sábado Santo. En alguna ocasión, el propio Pantión llegó a comentar que era su marcha preferida y la que más aprecio le despertaba. Que ya es decir...
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