El Divino Perdón saldrá en la extraordinaria sobre el paso del Nazareno de la Humildad del Cerro del Águila

Una instantánea nuevamente inédita por el barrio del Parque Alcosa. El Nazareno del Divino Perdón procesionará sobre el paso de Nuestro Padre Jesús de la Humildad del Cerro del Águila. La hermandad del Martes Santo ha confirmado la cesión de las andas de su titular para que la imagen de Navarro Arteaga procesione con motivo de la salida extraordinaria prevista para el próximo 5 de octubre por las calles de la feligresía, un acto enmarcado en el programa del XXV aniversario fundacional.

Así lo han confirmado ambas hermandades a través de sendos comunicados. El Señor del Divino Perdón saldrá en extraordinaria el domingo 5 de octubre, tras la celebración de la función en honor a San Francisco de Asís en la jornada del día anterior, y como colofón a estos fastos conmemorativos de las bodas de plata de la institución como hermandad. De este modo, todo hace indicar que la imagen, a priori, no procesionará acompañado del conjunto escultórico secundario estrenado esta pasada Semana Santa, y que fue sin duda uno de los grandes estrenos patrimoniales del presente año. Aún faltan más detalles por concretarse con respecto a esta extraordinaria, como horarios e itinerarios de la misma.

Como anécdota, será la cuarta vez en tres años que veamos a esta imagen sobre cuatro pasos diferentes y por diversos motivos: con el suyo anterior, con el de la Humildad de Mairena del Alcor con motivo de la salida extraordinaria del pasado 2024 por el cincuentenario de la parroquia, con el estrenado esta última Semana Santa -y que se irá ejecutando por fases- y con el mencionado del Cerro.

El paso de Nuestro Padre Jesús de la Humildad fue estrenado en el año 2019, con motivo de la primera salida procesional de la imagen en Semana Santa. Después de un concurso donde se presentaron cuatro proyectos ganó el de Francisco Verdugo, autor y ejecutor del mismo. De estilo barroco y realizado en madera de cedro. De líneas sinuosas y barrocas, en concordancia con la fuerza y potencia que transmite la imagen del Señor, equiparando su terminación en barniz y bronce a la elegancia y clasicismo de la propia imagen y a la personalidad de la corporación.