"Algunos me piden qué cofradía quieren ver y se la pongo en la televisión". Antonio Guzmán, propietario de la cervecería El 21, explica así la relación que tiene con sus clientes más fieles. "Todas las colecciones de los periódicos desde hace 20 años", añade orgulloso. A las imágenes le suma el incienso junto a cuadro de Nuestro Padre Jesús de la Salud, de la Hermandad de la Candelaria. "Es la de mi familia y llevo toda la vida saliendo", apunta. Y también da nombre a la marcha que más suena en El 21: Candelaria, de Manuel Marvizón.

A la corporación del Martes Santo ha unido una del Domingo de Ramos y otra del Lunes Santo. Las dos por proximidad con el bar que abrió en 2007. "Aquí paran muchos hermanos de la Paz y cuando pasa por delante Santa Genoveva, esto se llena", explica. A estas dos hermandades las agasaja con ramos de flores cada Semana Santa. Y a sus hermanos, con una carta de platos muy cuaresmal: espinacas, bacalao con tomate, pavías y los tradicionales pestiños y torrijas.

Este templo laico, a pesar de estar a más de dos kilómetros de la Catedral, está muy activo durante todo el año. "Este barrio es muy cofrade", explica refiriéndose al área de la calle Felipe II. "Aquí vivimos la cuaresma desde el primer día, cuando viene la gente a por una cerveza con la ceniza aún en la frente". La actividad durante estas semanas es frenética en el 21, que está en el número 21. "El número me gusta mucho", sentencia Antonio a pie de barra.